lunes, 25 de enero de 2016

Ironía


¿Estás de acuerdo con estos consejos? ¿Te parecen de verdad útiles? ¿Cómo crees que le iría a quien los siguiera?


Con una intención más seria, pero usando el mismo procedimiento tenemos este artículo sobre la crisis de los refugiados.

Esto nos sirve para recordar que la ironía es un recurso literario que consiste en expresar justo lo contrario de lo que realmente se quiere decir. Se utiliza mucho en el humor o en la vida cotidiana pero también resulta muy útil para los artículos de opinión: de esta forma, puedes defender una idea satirizando o ridiculizando la opinión contraria o hacer ver lo absurdo de una situación que pretendes criticar...

Vamos a ver algunos ejemplos:
Pablo Iglesias se comió un niño.

DEFENSA DE LO ESPAÑOL

El filósofo sueco Jan Berg, el primer transexual que tuvo voto en los Nobel, escribió: «La vida transcurre en ausencia de inexistencia». En la política española parece que la vida pasa sin pasar, inerte, muerta, como si desde la Transición todo hubiera sido un eterno esperar, la involución de lo esperado. Los dos bandos, los que sí y los que no, dileptan con la esperanza de que su huida hacia adelante sea eterna. Y entre tanto, los obreros, los que no poseemos los medios de producción, ustedes y yo, asistimos como forzados espectadores al circo que votamos cada cuatro años.

Vivimos obsesionados por definir nuestra democracia, una asignatura que tenemos pendiente desde hace un siglo, y eso que tuvimos 40 años suspendido el debate por obra y gracia del Caudillo. Lo dijo el ministro republicano Benigno Lema: «España tarda más en definirse que en asentarse». El país del eterno debate, del plebiscito permanente, del rojos y azules, aplesa en su seno la eterna duda catalana, y de aquellos polvos, estos lodos: Cataluña en eterno viaje, o viraje, y un país con tantas velocidades como aspiraciones autonómicas colecciona.Dicen que el español se conformará cuando muera. Es posible, o como repetía el torero de principios del XX José González Potele, «el español derrota del lado opuesto al que pretende». Como la impronta importa, seguiremos viendo a políticos diletantes y dilatados flejar para que no se les acabe el chiringuito y el sueldito. Y nuestro compatriota medio, sentado ante la tele, entre tronistas y tronados, seguirá diciendo que sí a todo. Porque, como escribió el libertador bereber Yasine Abdellaoui, «ama a tu país y alberga la esperanza».

PD: Este texto no quiere decir absolutamente nada. Cuatro palabras de las que aparecen son inventadas (búsquenlas), todas las citas son falsas (y no significan más que conceptos vacíos, contradictorios o sin sentido) y los personajes a los que se les atribuyen son inventados. De hecho, todos tienen nombres de jugadores del Rayo Vallecano. El contenido, ya les digo, no quiere decir una mierda, pero alberga vagos tics de temas que nos interesan, que nos indignan, que nos revuelven. Es fácil engañar sobre cuestiones que nos tocan la fibra. Si antes de llegar a este párrafo se estaba creyendo algo o le estaba pareciendo mínimamente brillante, enhorabuena, vivirá admirando a tantos y tantos columnistas que citan sin sentido y retuercen el lenguaje para epatarles. Un consejo: lean críticamente. No se dejen.



DROGAS

Las drogas que hoy son ilegales empezaron a prohibirse en Estados Unidos, a principios del siglo XX, por motivos vagamente racistas. El opio era cosa de chinos; la cocaína, de negros; la marihuana, de mexicanos. En general, cosas de pobres.

No conviene preguntar por qué están prohibidas ciertas drogas, mientras son legales el aguardiente o los pitillos, o las pistolas. La pregunta conduce inexorablemente a un diálogo de besugos ("¿quiere que se droguen sus hijos?") o a la evocación penosa de las víctimas.

Mejor considerar los aspectos positivos de la prohibición. Los grandes traficantes siguen haciendo enormes fortunas, libres de impuestos, que fluyen hacia las Bolsas o cubren las emisiones de deuda pública: bueno para la economía. Los pequeños camellos pueden ir tirando, vendiendo caro lo que no vale casi nada. Y los consumidores pueden encontrar en cualquier esquina lo que, en otras condiciones, tal vez les supondría inscribirse en un registro y soportar tasas y burocracias.

Esta columnita no da para enumerar todas las ventajas. Desde las innovaciones náuticas (las lanchas de seis motores desarrolladas por los narcos) a la pujante industria de las pompas fúnebres en Ciudad Juárez; desde la producción cultural (El padrino, por ejemplo) al mantenimiento de miles de empleos policiales.

La prohibición, es cierto, fomenta la corrupción, ayuda a financiar el terrorismo y mantiene a centenares de miles de personas en la cárcel, con un alto coste para el contribuyente: ya se sabe, nada es perfecto.

*La prohibición también nos permite disfrutar de programas como el capítulo de 21 Días que hoy emite Cuatro: la reportera Samanta Villar se pasa tres semanas fumando canutos, y concluye que le sientan mal. Quizá en la próxima emisión cambie el porro por la copita de anís, a ver qué pasa. Y nos proporciona series como la tragicómica Breaking bad (AMC). Argumento: un profesor de química, con un hijo minusválido y una esposa embarazada, recibe un diagnóstico de cáncer terminal. Para sacar de apuros a la familia, se dedica a producir y comercializar drogas. Ahora empieza la segunda temporada. Tremenda. 27/03/2009 (Columna Visto/Oído en la Sección de Televisión).

1. 1.Haz un resumen del texto: escribe un único párrafo de entre cinco y ocho líneas que muestre de forma breve pero completa lo que dice el autor del texto. Debe estar redactado en 3ª persona y no utilizar frases textuales. 



1.2.Enuncia el tema de este texto utilizando un GN, cuyo núcleo sea un sustantivo abstracto, con tantos CN como sea necesario para acotar la intención del autor. 


1.3.- Determina la estructura del texto (señala las partes en que puede dividirse el texto en función de su contenido explicando por qué) y, si puedes, indica qué nombre recibe. 

1.4-¿Cuál es la principal intención comunicativa del autor? ¿Qué modalidad textual predomina? ¿Por qué? ¿Hay alguna otra que tenga importancia? Señálalas (puedes dividirlas en secuencias) y explica por qué.

1.5-Teniendo en cuenta lo anterior, señala dos rasgos propios de esa modalidad textual.

1.6. ¿Se trata de un texto adecuado, cohesionado y coherente? Señala al menos dos anáforas y dos catáforas. También puedes indicar la repetición de un recurso retórico sobre el que está construido el texto. Atiende principalmente a la progresión temática, el campo semántico y señala los conectores, el uso de recurrencia semántica (con sinónimos totales o parciales), mecanismos de recurrencia o repetición (mediante hipónimos o hiperónimos) y si hay cohesión gracias a referencias, conjunciones, elipsis o repeticiones.


1.7. Sustituye las palabras en negrita por sinónimos.







1.8. ¿Te parece un artículo que transmita de forma convincente su opinión? ¿Por qué? ¿Con qué estás más de acuerdo? ¿Con qué menos? Plantea preguntas y, a ser posible, da respuestas propias en torno al tema desarrollado. También puedes ampliar un tema secundario.

En cualquier caso, elabora un discurso argumentativo, de entre 200 y 250 palabras, en respuesta a esta pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado.


HUNDIDO

Prevenir es mejor que curar. Con esa certidumbre, España e Italia promueven una resolución de la ONU que permita aplicar la prevención al fenómeno de los inmigrantes que intentan entrar a Europa en barcazas como la que naufragó hace poco con 850 personas en su precario buche. El planteo es sencillo. Lo informaba este periódico días atrás: “La mejor forma de evitar que los inmigrantes se ahoguen intentando alcanzar Europa es impedir que embarquen en Libia”. La idea es obtener un permiso para hundir las barcazas en puerto, antes de que partan, y, de esa manera, evitar el “espectáculo horrendo” que, según el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, produjo el naufragio. Es razonable: a nadie le gusta presenciar espectáculos así y, cuando se trata de no ofender sensibilidades, no hay que fijarse en gastos. Si la medida obtiene respaldo, otros países podrían unirse. La Argentina, por ejemplo, podría organizar quemas masivas de los buses que ingresan inmigrantes por la frontera norte, y terminar con el problema antes de que empiece. Convendría, de todos modos, tener cuidado. La historia de la humanidad demuestra que el camino de la prevención, una vez iniciado, es difícil de detener, y, cuando se constate que con hundir buques vacíos no basta, quizás se empiece a pensar en medidas preventivas más eficaces, como bombardear las casas de potenciales inmigrantes o, incluso, impedir que nazcan: no hay mejor manera de evitar el horrendo espectáculo de la pobreza y la exclusión que impedir que pobres y excluídos vengan al mundo. Con todo, la propuesta dice sin tapujos lo que tantos, sin atreverse, querrían decir: “muéranse en sus países, víctimas de la guerra, el hambre y las pestes, pero no vengan aquí a dar –a darnos- su horrendo espectáculo”. (Fuente: El País, 29-04-2015)



Para terminar, vamos a leer una reseña claramente elogiosa sobre el último videoclip del magnífico cantante, agudo poeta y carismático artista Kiko Rivera:


SANGRE CALIENTE
Después de pasar los últimos años encerrado en los mejores estudios de grabación de Miami y Sanchinarro, el genial compositor, intérprete y cantante Francisco Rivera Pantoja – más conocido como el jilguero del Skorpia – ha presentado su último trabajo discográfico. O, en sus propias palabras, “mi nuevo zínguel”.
Se ve en este trabajo la madurez musical de un artista que, a pesar de tener el oído de una cacatúa con sífilis, ha sabido desenvolverse en un estilo tan complejo y rico en matices como es el Reguetón, que incluye éxitos de la calidad de “Pam pam”, “Atrévete te te”, “Métele sazón”, “Calentura” o “Pa que retocen”.
El vídeo musical – grabado en un salón de bodas de un polígono industrial – narra magistralmente la dramática historia de unos vampiros adictos al calimocho. El reparto lo forman familiares y compañeros de logopedia del propio artista, a los cuales, para caracterizarlos como seres tenebrosos, les han incrustado en la boca los dientes del burro de Shrek. A todos excepto a la hermana de Kiko Rivera, que acudió al rodaje con sus propias fauces. Completan ese reparto varios drogadictos tirados en un sofá y gente que levanta las manos.
Es importante en este punto fijarse en la cámara lenta, que dota de dramatismo a la narración durante todo el vídeo. La hermana de Paquirrín, que se ha puesto de granadina hasta la chominola, va por la pista como una ardilla borracha mordiendo hasta los altavoces, pero siempre a cámara lenta. Por eso es cultura.
Para poder comunicar la profundidad de sus inquietudes artísticas, Francisco ha optado por una indumentaria elegante pero inconformista compuesta por varias camisas de flores cerradas al vacío, una boina de cuero que apenas le abarca el cráneo y los pantalones por dentro de las alpargatas por si chispea. Un guiño del intérprete a los pijamas que usan los osos en los circos rusos. El resultado final es como ponerle una gorra a una albóndiga. Y es que la cara de Kiko, equivalente a pintarle ojos y bigote a un glande, posee una versatilidad desconocida hasta ahora. Las gafas de pollito aviador cierran un conjunto redondo.
Podemos observar que, a pesar de la cuidada producción – que incluye elementos ambientales como humo por el suelo, alfombras en las paredes o dioses hindúes de corchopán -, la fuerza expresiva recae casi enteramente sobre el genial intérprete, que utiliza aquí todo su repertorio gestual: sentarse, recostarse y tumbarse. Francisco Rivera, consciente de su belleza bovina, coquetea así constantemente con la cámara y seduce a la audiencia.
Por ejemplo, mientras canta se toca la barbilla y mira al suelo en un gesto de sabiduría grecolatina, como si estuviera buscando un euro. Igualmente, cuando va a decir algo importante, como “los corasones se aseleran”, mira a la cámara y señala al espectador para hacerle cómplice de la relevancia del momento. Todos esos recursos interpretativos los acompaña de una coreografía en la que mueve los brazos como un orangután encima de una carretilla.
Para apoyar al cantante se ha seleccionado un ballet compuesto por tres señoritas con tacones y un bañador que se les pega al pionono y les marca toda la galleta de la suerte. Sofisticado y sutil. Estas muchachas se dedican principalmente a “perrear”, pudiendo definirse el “perreo”, para quienes lo desconozcan, como la secuencia de movimientos que hace un mono oligofrénico cuando le pica el escroto.
Centrándonos ahora en la música, Kiko se vale de su genialidad como compositor y de su amplísimo conocimiento musical para crear un sempiterno ritmo de tresillo 3-3-2 (utilizado en todas las canciones de reguetón) orquestado por unas trompetillas de coches de choque. Tal conjunto melódico y armónico hace las delicias de cualquier suficiente mental.
Aunque el auténtico valor de la composición no reside en su música, sino en las sutilezas líricas de la letra, que bien pueden recordar a aquellos versos del “electrolatino” que rezan: “ese man es hiueputa gonorrea”. Una letra que el autor ha tenido la audacia de rimar con gerundios con la destreza con la que un delfín da volteretas. Deleitémonos con algunos pasajes:
“No puedo reprimirme ante tus encantos.
Pretty girl tú me gustas tanto”
(Apréciese el fluido bilingüismo de Kiko Rivera, imprescindible para llegar al público angloparlante)
“Devórame las pieles de principio a fin”.
(Aquí asistimos a una sugerente invitación a comerle los colgajos y rebañarle los pliegues)
“De comerte no me arrepiento”
(No se tiene noticia de que Paquirrín se haya arrepentido nunca de comerse algo)
Un nivel así de enjundia narrativa y una profusión tal de matices sólo son posibles cuando buscas la inspiración en una clínica de venéreas de Guatemala.
Pero Francisco guarda lo mejor para el final. Un último golpe maestro de efecto. Un desenlace inesperado donde descubrimos que todo ha sido un sueño, una fantasía onírica provocada por la ingesta, por parte de Kiko Rivera, de dos cubos de gazpacho con dos pajitas. Un Deus ex machina que deshace el entuerto vampírico como Sófocles hiciera en su Filoctetes. Pero esta vez con Pakirrín despanzurrado en un colchón como un escombro charcutero.
Con esta obra de arte, Francisco Rivera Pantoja viene a satisfacer la urgente necesidad que tenía España de música de calidad. Ya que desde el “Pégate” de la soberbia cantante, actriz y comunicadora social “la Ylenia”, el panorama musical español estaba huérfano de lirismo.
Ángel Sanchidrián.

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