martes, 5 de enero de 2016

Entrevista a Antonio Agredano III (De profesión, músico)

Hecho por: Sandra Cabello, Álvaro de la Torre, Mª José Espina, María Jiménez, Elena López, Lorena Monfort, Marta Mozos e Irene Ramos.


Antonio Agredano ha sido bajista en todas sus bandas.

Hasta la actualidad ha pertenecido a tres grupos musicales, de los cuales todavía conserva dos. En la actualidad pertenece a The Buzz Lovers (banda tributo a Nirvana) y Catenaccio.
El grupo que, tristemente, ya no conserva es Deneuve, su primer grupo.
Deneuve se dió a conocer en el certamen musical provincial Desafinado 2001, siendo considerada la banda más creativa e innovadora. Después de esta victoria, sus canciones comenzaron a sonar en las radios y firmaron su primer contrato con la discográfica “Grabaciones en el Mar”.

El 5 de Noviembre de 2002, su grupo publicó el primer disco: “El amor visto desde el aire”. Tras este disco, Deneuve empezó a ser reconocido a nivel nacional.

Deneuve publicó en total cinco discos: El amor visto desde el aire, Llueve revolución, El adiós salvaje, El codazo de Tassotti y Sagrado Corazón.
Pero será mejor que nos cuente él mismo:
-Buenas, Antonio. Para empezar, una “facilita”: ¿qué es para ti la música?
La música son canciones. Y las canciones son estados de ánimo. Felicidad o tristeza, amor o desamor. Cada momento de nuestra vida tiene una canción adecuada. 

-¿Cuándo empezó a interesarte la música?
Desde pequeño. Nunca he sido buen músico, de conservatorio y demás, toco un poco de oído, pero no soy ningún virtuoso. Mi madre tenía una guitarra en casa. Un día la cogí y me gustó aquello. Hasta hoy.

-¿Quién fue tu fuente de inspiración?
En mi casa se oía mucha música. Desde pequeños. A los 12 años conocí Nirvana y ahí me volví loco.

-¿Cuál fue el primer instrumento que tocaste? ¿A qué edad? ¿En todos los grupos fuiste bajista?
La guitarra. El bajo lo toqué casi por obligación. En un grupo me dijeron: necesitamos un bajista. Yo les dije: toco la guitarra. Y me dijeron: pues aprende a tocar el bajo y tocas con nosotros. Y aprendí.

-¿A qué edad tuviste tu primera banda? ¿Cuándo la fundaste?¿Por qué? ¿Quiénes eran sus miembros?¿Hubo algún cambio en la formación de la banda? ¿Por motivos musicales o personales?
Mi primera banda a los 16. Mi Tio Sebastián me regaló una guitarra eléctrica. Y ese mismo año di un concierto en el instituto. Cantaba mi prima Rebeca. La batería la tocaba Javi, y el bajo mi mejor amigo del Instituto, David. Nos llamamos Cauliflowers. Nos gustaban The Cranberries. Tocamos cuatro canciones. Dos propias y dos versiones: una de Cranberries, Everything I said, y otra de Skunk Anansie, Brazen. Y fue un desastre, claro.


Hemos escuchado alguna de tus canciones y nos parece que haces “pop indie”. Pero tienes un grupo tributo a un grupo de “rock grunge”. ¿Por qué?
Soy más rockero que popero. Y con el tributo grunge me lo paso muuuuuuuy bien en los conciertos.



¿Qué es lo que más te gusta de estar con un grupo?
Salir de marcha, ligar y viajar.

¿Cómo os disteis a conocer en Deneuve?
Gustamos mucho en Radio 3. Nos ponían bastante. Después nos hicieron buenas críticas en revistas especializadas y nos invitaron a unos cuantos festivales. Caímos de pie, que se suele decir. Siempre nos fueron bien las cosas.

¿Cómo te sentiste cuando publicaron tu primer disco?
Emocionadísimo. Eso de poner el disco en el coche y escucharte ahí, tocando. Todo sonando precioso. Un momento único en mi vida.

¿Crees que Deneuve ha sido apoyado? ¿Por qué?
Porque éramos muy buenos. Buenas canciones, buen sonido y buenas letras.

¿Cuánto tiempo estuviste en aquel grupo?
Diez años. Justos. Toda una vida.



¿Por qué os separásteis?
Cada uno tenía su vida. Sus obligaciones, sus inquietudes. Pasa siempre en los grupos. Todo llega a su fin. Quisimos separarnos con buen ánimo. Sin problemas. Cuando notamos que ir a ensayar nos costaba, que ir a tocar nos costaba, que grabar nos costaba; acordamos separarnos como amigos. Hicimos una cena y nos dijimos adiós.

¿Te sigues llevando bien con los integrantes? ¿Crees que podréis volver algún día?
Sí. Muy bien. No con todos, por circunstancias de la vida (familias, ciudades diferentes…). Pero sí con la gran mayoría del grupo. Somos muy buenos amigos. Hicimos muy buenas migas. Vivimos momentos irrepetibles.

¿Qué otros grupos has tenido?¿Cuál tuvo más éxito? ¿En cuál te sentiste más a gusto?
He tocado en un puñado de grupos. En el que más feliz fui, Deneuve, porque eran nuestras canciones y grabar en un estudio es muy guay. Con The Buzz Lovers llevo años viajando por todas las ciudades de España. Otra experiencia para contar a mis nietos. Tanto en Deneuve como en The Buzz Lovers me he sentido como en casa. 

Cuéntanos la historia del nombre de tu actual grupo. Algo hemos leído en tu libro En lo mudable, pero será mejor que nos cuentes tú: ¿por qué elegisteis "The Buzz Lovers" para el nombre de vuestro grupo?
Mi canción preferida de Nirvana siempre fue Love Buzz. Que no es de ellos, sino de un grupo holandés llamado Shocking Blue. Tiene ese riff psicodélico con el bajo tan chulo. Y la letra es boba pero hermosa: “Can you feel my love buzz?”. Pues de ahí viene, del Zumbido de Amor a Los Amantes Zumbados… o algo así… ;-P

¿Por qué un tributo a Nirvana?
Me encanta Nirvana. Sin duda son el grupo que cambió mi adolescencia. Aprendí a tocar la guitarra con ellos y luego el bajo, copiando el estilo de Novoselic, que era mi ídolo. No fue premeditado. Un chico de Córdoba, Kane, que es un flipado de Nirvana quería hacer un grupo. Llamó a Gonzo, un batería muy buen amigo y ya solo les faltaba un bajista. Gonzo le dijo a Kane que tenía el candidato perfecto. Y ahí entré yo.

¿Qué grupos tributo conoces? ¿Recomiendas especialmente alguno?
Hemos tocado con muchísimos grupos. Y los hay realmente buenos. De los que más nos gustan: Guerrilla, un tributazo sevillano a Rage Against the Machine y Abaixo Cu Sistema, unos chicos de Lisboa que clavan a System of a Down.

¿De qué disco te sientes más orgulloso? ¿Qué disco tuvo más ventas? ¿Cuál te gustó más?
El disco que más vendió fue el debut, “El Amor Visto Desde el Aire”. Todos son mis discos preferidos. Pero por un ego bobo, le tengo mucho cariño a canciones que compuse yo. “Brundle” o “Humillación y Estrella” son de mis preferidas.

¿Alguna vez no te has sentido satisfecho al hacer un disco?
Siempre. Los que van de atormentados y parece que nunca tienen suficiente me aburren. Hay discos mejores y peores, más estresantes y menos. Pero el hecho de que te puedas meter en un estudio a grabar porque una discográfica te lo paga y la gente está con ganas de escuchar tus canciones, eso no tiene precio.

¿Crees que estás haciendo un buen trabajo en The Buzz Lovers y Catenaccio?
En The Buzz Lovers sí. Somos un grupo divertido, que sonamos bien, que intentamos liarla allá donde vayamos. La gente no valora los grupos de tributo. Dice que somos copias y que eso no es talento. Y no es verdad. Hasta para hacer versiones hace falta talento. Y nosotros lo tenemos.
En Catenaccio estoy “de adorno”, es decir. David Molina compone y escribe, yo sólo me sumo a meter algunos bajos y si me pide opinión, opino. Pero es más su proyecto que el mío.

¿Tenéis algún ritual antes de dar un concierto?
El primer concierto de The Buzz Lovers nos pintamos “LOCURÓN” en la mano los tres. Fue una absurda ocurrencia mía. Desde entonces, y ya han pasado 150 conciertos, siempre nos ponemos esa palabra en la mano antes de subirnos a tocar.

¿Recuerda alguna mala experiencia mientras dabas uno de tus conciertos?
Unas cuantas. En Loulé, en Portugal, ante más de 300 personas, se me rompió el amplificador en mitad de una canción. Hasta que pudimos solucionarlo pasaron diez minutos eternos.

En Alicante, en mitad del concierto, me tiré al público a hacer pogo y un señor -muuuuy grande- saltó sobre mí y me destrozó la rodilla. Toqué medio concierto más con los ligamentos destrozados. Después directo al hospital.



¿Habéis cancelado alguna vez un concierto?
Sí. Dos veces. Uno en Cádiz y otro en Castellón. 2 de 150. Y con motivo ambos.

¿Habéis salido alguna vez de España para dar un concierto?
A Portugal hemos ido más de diez veces. Son un público increíble. 

¿Habéis tocado en algún parque o sitio público?
Sí. Hemos tocado en todos lados. Y a veces sacamos la guitarra y nos arrancamos. Aunque somos más de antros oscuros llenos de gente sudada.

¿En qué ciudad te has sentido más acogido?
Son muchas. Sevilla, Granada, Bilbao, San Sebastian, A Coruña… pufff… tengo recuerdos preciosos de todas ellas.

¿Recuerdas alguna mala experiencia mientras dabas uno de tus conciertos?
Hay días malos. Que terminas de tocar y dices: me voy al hotel. Porque sabes que no lo has dado todo, o la gente estaba fría, o no hubo química. Pero en general, solo con subirte al escenario y tocar, el día ya es perfecto.

¿Qué le dirías a alguien que quisiera dedicarse a la música?
Que se equivoque muchas veces. Que solo así encontrará el camino correcto: su propio camino.

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