lunes, 25 de septiembre de 2017

Del revés (Inside out) y la inteligencia emocional

Del revés es una inteligentísima película de animación de Pixar que sirve, entre otras cosas, para ayudarnos a entender las emociones por las que atravesamos a lo largo de nuestra vida y que, muchas veces, no sabemos controlar.


Cuenta la historia de Riley, una chica que... bueno, será mejor que veas el tráiler:



Y es que todos pasamos por diferentes emociones a lo largo del día que van teniendo más o menos importancia a lo largo de nuestra vida.
Lo que esta película intenta enseñarnos, creo, es que estas sensaciones son inevitables, sí, pero también muy útiles si somos nosotros los que sabemos dominarlas y no dejamos que ellas nos dominen a nosotros...




Eso sí, aunque siempre cuesta un poco utilizar antes la cabeza que el corazón o las tripas...
Es verdad que resulta especialmente complicado en la adolescencia, un período con muchos cambios repentinos en el que, normalmente, se pasa por la sensación de que nadie (o casi nadie) te comprende. (¡Qué te vamos a contar a ti!)

 


La película se basa en un recurso literario que ya hemos estudiado en clase, la PERSONIFICACIÓN (pinchando aquí accedes a la entrada de mi blog que lo explica). 
Va un paso más allá, haciendo que los sentimientos o sensaciones se conviertan en auténticos personajes que deben tomar decisiones.

Por eso, creemos que resulta útil este análisis de la película realizado por Ana Vico, una psicóloga experta en inteligencia emocional. (A continuación pego un resumen de lo más importante):
Asco: se encarga de que no olamos mal, de ir bien vestidos, de no comer ni beber algo en mal estado, de no ir por sitios sucios o malolientes, etc. En definitiva, se encarga de protegernos y de que no hagamos algo que nos vaya a sentar mal.
Miedo: se encarga de la supervivencia, así de sencillo y así de complejo. Decidir cuál es el límite entre lo seguro y el peligro. Eso sí, el miedo actúa tanto ante un peligro real como ante uno imaginario. Si no sintiéramos miedo no sobreviviríamos.
Ira: encargada de defender nuestra propiedad y a nuestros seres queridos. La ira entra en escena cuando vulneran nuestros límites, cuando “nos sacan de nuestras casillas”. También es el responsable de actuar cuando algo es injusto. En definitiva, es el defensor de la integridad y la coherencia.
Tristeza: es la emoción marginada por las demás, sienten que no es útil y que no hace más que estorbar. Sin embargo, la tristeza es de las emociones más importantes y es un pilar fundamental en el crecimiento personal. La tristeza se encarga del recogimiento y de dedicarnos tiempo a nosotros mismos, de pensar y meditar en los cambios para cerrar etapas. (...) La tristeza es la emoción necesaria para reintegrarnos como personas después de habernos “hecho trizas” por cualquier causa: una ruptura, un despido, una pérdida, etc.
La moraleja final de la película es que no escondas ni huyas de tus emociones.
No escondas tu ira, no espantes al miedo, no inhibas tu alegría, no ahogues tu tristeza… muéstralas todas, experiméntalas, vívelas. Cada emoción es energía y necesita su espacio. La tristeza es tan útil como la alegría, y el asco es tan válido como el miedo.
No te calles, no te reprimas. Llora, ríe, ama, enfádate, tiembla… Todas tus emociones son tuyas y quieren lo mejor para ti.
(...) Controlar las emociones no es algo que podamos aprender de la noche a la mañana, sino que es un viaje durante toda la vida. Sin embargo, trabajar nuestra inteligencia emocional es muy gratificante y tiene resultados muy positivos para nuestra vida: comunicarnos mejor, sufrir menos, vivir plenamente, desarrollarnos personal y profesionalmente, etc.
Aprende a mejorar la habilidad de la inteligencia emocional, poco a poco y con el tiempo. Nadie es experto en esto, nadie tiene el título de “maestro emocional”, pero puedes aprender mucho de ti mismo si escuchas a tus emociones.

 

Ahora vamos a ver este corto, llamado "La primera cita de Riley", donde se observa la evolución de estas emociones con el paso de los años...



Para terminar, vas a imaginar una situación cotidiana (una discusión con un/a amigo/a, un profesor/a o un familiar...) o un caso en el que creas haber sufrido una injusticia (que te acusen de haber copiado o de haber hablado "a las espaldas" de alguien, que te castiguen por algo que no has hecho...) e imaginar cómo sería tu reacción según permitieras llevar la iniciativa a una de estas sensaciones.
Es decir, cómo actuarías dejándote llevar por la ira...
O haciendo que el asco piense por ti...
Notando cómo la tristeza afecta a tus pensamientos y a tus actos...

O, al revés, logrando que, a pesar de todo, la alegría se imponga

Puedes escribir el texto en forma de redacción o de relato, escrito en primera persona, con monólogo interior -es decir, transmitiendo tus pensamientos "en tiempo real"- y de al menos dos sentimientos, para poder comparar y observar las diferencias).

También puedes hacerlo de una forma similar a la que aparece en la película... 

O, sencillamente, escribir en primera persona como si fueras directamente uno de esos sentimientos (Ira, Asco, Alegría, Tristeza, Miedo...)

(Si se te ocurre otra forma interesante de escribir el texto para trabajar las emociones, no dudes en comentármelo)

domingo, 24 de septiembre de 2017

Tutorías


Las tutorías este curso servirán para que alumnos y profe nos conozcamos mejor y debatamos de temas que nos pueden/deben resultar interesantes, tanto relacionados con el instituto como con la sociedad de la que, nos guste o no, formamos parte.

 

No está mal que comencemos por distinguir lo importante de lo que no lo es, como en este vídeo motivacional que se ha hecho viral en los últimos días:


Decía Josep Pla que la vida es "es una cosa complicada y difícil, imposible de describir, que consiste en ir tirando". Efectivamente, la vida de todos nosotros es compleja o pasará por momentos más o menos duros y complicados... que nos llevan a tener mal humor, equivocarnos o pagarlo con quien no debemos... Es parte de lo que cuenta este brillantísimo y, con razón, premiadísimo corto:


Además, vuestra edad es especialmente difícil por demasiados motivos para resumir aquí (qué os voy a contar yo a vosotros...). Y el resto a veces olvidamos lo complicados que es ser un adolescente. Por eso, quizá no está nunca de más recordarlo, como en este vídeo:


En realidad, sois todos diferentes, únicos y especiales y no hay absolutamente nadie en el mundo que sea como vosotros


Por supuesto, la etiqueta "adolescentes" es demasiado amplia y dentro de ella caben muchisimas otras que tampoco dejan de ser, siempre, inexactas... Por eso este otro mensaje fundamental está dirigido, en general, para todos pero, muy especialmente, para los raros o "inadaptados"


Esto nos lleva a recordar esta "CARTA ABIERTA A UNA VÍCTIMA DEL BULLYING" del columnista Juan Soto Ivars, que puedes leer completa en este enlace:
Quiero que sepas que hay un escondite perfecto. Ese escondite es el futuro. El resto de tu vida, en cuanto acabes el colegio. ¿No me crees? Te voy a explicar cómo funciona eso. Yo también creía que toda la vida iba a ser igual, pero llega un momento en que dejas de encontrarte con los abusones. Ni siquiera te planteas dónde se han metido. Desaparecen y tú empiezas a disfrutar de la vida.
Hasta en las peores épocas tienes que estudiar mucho, que sacar buenas notas, porque entonces recibirás un premio enorme cuando por fin te hagas mayor: este premio será la libertad. Durante una época, todavía te asustarán ciertos tipos. Te recordarán a los que te cascaban en el cole, pero te darás cuenta de que no van contra ti. Al revés: algunos, sorpresa, son simpáticos. Rudos, pero simpáticos. Bromistas, pero simpáticos. Y algo menos espabilados que tú.
Ya nadie te va a pegar o insultar. ¿Sabes qué pasa con los abusones cuando crecen? Es fantástico: toda esa energía que empleaban en joderte la vida, la usan para joderse a sí mismos. No me preguntes cómo pueden ser tan imbéciles, yo no lo sé, pero es así.
Para terminar, recuerda que nadie puede nadie puede marcarte límites: descubre quién eres, quién y cómo quieres ser, qué sacrificios estás dispuesto a hacer para lograrlo y dirige tus pasos en tu propio camino. Pocos factores serán más importantes que tu decisión a la hora de tener una vida u otra.
Y, sobre todo, valórate y permite que los demás también lo hagan. Te lo mereces:

jueves, 7 de septiembre de 2017

Cuéntame un cuento

Después de habernos familiarizado con los mitos, las leyendas y los microrrelatos de terror, vamos a realizar la actividad de Creatividad Literaria Cuéntame un cuento.

Aquí tenemos el punto de partida:


Como hemos estudiado, el ser humano siempre ha tenido la capacidad y la necesidad de comunicarse.

Los cuentos nacieron para cubrir esta necesidad, inventando historias que entretuvieran y de las que, además, en algunos casos, se pudiera aprender valores, formas de actuar... Uno de los ejemplos más clásicos es el de Sherezade que, literalmente, salvó su vida gracias a su habilidad para contar historias:





Entre los cuentos que Sherezade narra al sultán están estos ejemplos:

A la hora de inventar tus propios cuentos, puedes partir de un esquema clásico e introducir variantes, como en este ejemplo:



O, por el contrario, puede que prefieras evitar los tópicos (también llamados "lugares comunes": es decir, los personajes, argumentos y comportamientos clásicos que el lector espera encontrar en la historia):

Me he inventado un cuento pero no sé de qué va:
lo que tengo claro es que no habrá princesas,
ni santos griales ni dragón que degollar,
y. si hay piratas, será con dos piernas.

Nadie dirá "nunca jamás" a nadie,
ni el protagonista se refugiará en un mundo aparte.
No habrá tesoros con que obsesionarse
ni sirenas tontas que renieguen de su propia imagen.

Ni buenos ni malos, no se harán filtros de amor
ni con un beso habrá resucitados.
Ni siquiera un reino por el que haya que morir,
ni personajes infravalorados.

Y aquí nadie será azul,
ni los fantasmas cumplirán condena.
No hay héroe con una cruz
ni sortilegios contra la salud

Quizá este cuento no le guste a nadie,
es el riesgo que hay al escribir
quizá lo encuentren muy poco excitante
quizá no nos basta con existir.

Me he inventado un cuento...
pero no sé de qué va: lo que tengo claro
es que no habrá ni un genio,
ni feos ni guapos, ni flautistas que engañar
para vivir no hay que ir muy lejos

los personajes no tendrán poderes,
ni perderán el culo por casarse con el más valiente
quedarán mudos todos los espejos
no existirá la prisa ni siquiera para los conejos

Y aquí nadie será azul
ni habrá enanitos que trabajen gratis
y los cerditos dormirán
y si viene el lobo pues vendrá

Y aquí nadie será azul
y las madrastras son de puta madre
y las perdices volarán
huyendo de tanta felicidad.
Aquí tienes disponibles muchísimos cuentos de Edgar Allan Poe, un maestro de la narrativa y, sobre todo, con especial habilidad para crear ambientes misteriosos o fantasmagóricos que, quizá, te puedan inspirar para tu propio relato.

También puedes usar distintos tipos de narración, de los que, a continuación, te mostramos algunos ejemplos:

Narración lineal:


Resumen, como en esta escena de la película Up



Narración in media res (y final circular)


ODISEA
Cuando Valentín Gómez acabó de repasar mentalmente la insólita cadena de acontecimientos que condujeran en tan sólo cuarenta y ocho horas de manera vertiginosa hasta su propia muerte, en aquel trance en que la muerte se presentaba, sin lugar a dudas, como un hecho inminente pero casi apetecible y en que lo único que acertaba a decir de todo aquello era que había sido una completa estupidez, ya que nadie le hubiera obligado a él, auxiliar administrativo cuarentón ilicitano, a andar mintiendo pues, si bien la mentira en sí no tuvo la menor importancia, se convirtió en el desencadenante de toda una aventura innecesaria y tortuosa y con ella los hechos se precipitaron y se sucedieron después el intento de soborno, la llamada de teléfono, la conversación misteriosa, las amenazas, la cita apresurada, el sobre vomitando documentos apretado bajo el sobaco, los sudores, el viaje en coche, la noche afuera tenebrosa, el ruido de los pasos, la entrevista, la confusión repentina de gritos y destellos y, en todo momento, el perfume pegajoso de la chica que, después de todo, había resultado ser demasiado insulsa y estar demasiado maquillada como para que mereciese la pena el riesgo de lanzarse en plancha y recibir el disparo de aquel esbirro calvo y tartamudo que se quedó obnubilado contemplando cómo el humo se deslizaba a cámara lenta desde el cañón de su pistola al tiempo que Valentín se desplomaba, entonces y sólo entonces, mientras comenzaba a sentir frío en el cuerpo y no precisamente por causa del húmedo suelo de la fábrica de sanitarios que empapaba por momentos su americana, recostado contra una cisterna de water fue que se dio por fin cuenta de que había vuelto a hacer, y esta vez de forma definitiva e irremediable, el imbécil y por ello, resignado, meditando sobre aquello de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, recapacitó y le dijo entre estertores a la muchacha, que lo abrazaba ahora espantada y sollozante, «apártate, gilipollas, que me cortas la respiración» y en estas circunstancias, sintiéndose por primera vez en su vida un hombre libre, Valentín Gómez disfrutó de una bocanada más de aire y exhaló sin demora el último de sus alientos.
Juan Ramón Santos.
Narración desordenada mediante flashbacks (un recurso que se ha convertido muy habitual en el cine, las series o, como verás a continuación, en los videoclips, pero que nació en la literatura y ha producido novelas o relatos buenísimos):



Por último, como bien sabes, hay historias que ganan contadas en primera persona. Por ejemplo, esta divertida película protagonizada por un chico de, más o menos, tu edad: Eres mi héroe.


Otras narraciones, en cambio, parecen resolver cuentas pendientes entre dos personas y son una larga carta a un interlocutor al que hay que explicarle algo (segunda persona). Es el caso de la mayoría de las novelas picarescas, como las que practicaremos en este Proyecto: Un nuevo Tratado del Lazarillo.

Sin embargo, la mayoría de las narraciones prefiere usar la tercera persona, aparentemente más neutra pero que no tiene por qué ser más objetiva (por ejemplo, la tercera persona la puede utilizar un narrador testigo o un narrador omnisciente...).

A veces se puede mostrar un dominio de todos los posibles narradores, como en este relato de Juan Rulfo. Sin embargo, como hemos visto al estudiar las distintas variedades y el registro lingüístico, no todos hablamos igual y estamos limitados por nuestro entorno, nuestra cultura y nuestra información de la situación. Por eso, cuando se empleen varios narradores, conviene también cambiar de puntos de visto.

Por ejemplo, vamos a practicar con esta escena de la película de Pixar Del revés: ¿crees que cada uno de los personajes que intervienen la contarán de la misma manera o de formas muy distintas? Hagamos la prueba.



En resumen, haz tu propio cuento clásico, tópico, original, fantástico...

Para hacerlo, puedes inspirarte en cómics, novelas, series, películas o cuentos ya existentes... Hazles un homenaje o, si prefieres, dedícales una parodia: en definitiva, haz lo que quieras.

Recuerda que son válidos mitos, leyendas, fábulas, cuentos actuales y finales felices, trágicos o, incluso, abiertos, es decir, en los que no se sepa qué pasa al final...

Sobre todo, no olvides que tú eres el único que manda y tu imaginación es la única que puede marcarte los límites.