En el puerto de Gijón...
Cuando yo era pequeño
los marinos silbaban al cielo y al infierno.
En cada bar, un vaso;
en cada calle, una chica...
El resto de Gijón envidiaba su risa.
En el puerto de Gijón...
ahí andaba Rambal:
por las noches, de hembra;
por el día, de chaval:
Bromas, sexo y delito,
verdadera bondad:
Mucho más que un marica,
un héroe nacional.
En el puerto de Gijón...
gritaban pescaderas
Tan fuerte que caían
niños de sus caderas.
Al salir de los cuerpos
no lloraban jamás:
levantaban barbilla
y se echaban al mar.
En el puerto de Gijón...
no entraba "la madera":
Chigreros y macarras
tenían sus propias reglas
escritas a navaja en ventanas y puertas.
"Te quiero tanto, Loli, que me hierven las venas"...
En el puerto de Gijón...
hacían lo que querían:
la rula estaba llena de caballo y lubina.
¡No me convenceréis, yo lo vi de pequeño:
Eso era libertad, lo de ahora aburrimiento!
En el puerto de Gijón... se caían las paredes
Saludaban, riendo, putas en los burdeles
Preguntad a Rambal, si lo veis en el cielo:
¡Mejor diez puñaladas que un minuto con miedo!
En el puerto de Gijón... todo ha cambiado mucho
Solo importa el dinero, ¿dónde quedó el orgullo?
Era lo que querían, malditos europeos:
Volvernos puritanos, blandos, gordos y muermos.
En el puerto de Gijón... ahora andan los puristas
haciéndole mil fotos al árbol de la sidra...
Esto era el progreso: esto era nuestra vida...
¡Que se muera el civismo y viva Cimadevilla!
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