lunes, 30 de octubre de 2017

Relato para el concurso "Mujeres y las nuevas profesiones digitales" (Cristina Cuenca)

Mujeres y las nuevas profesiones digitales
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Se le llama nómada a un profesional que usa las nuevas tecnologías para trabajar, y que lleva a cabo un estilo de vida diferente. Por lo general, los nómadas digitales trabajan de forma remota (desde casa, cafeterías o bibliotecas públicas) en lugar de hacerlo en un entorno de trabajo estable.
El nomadismo digital es a la vez un movimiento y un proceso socioeconómico y laboral del siglo XXI, aun en su fase inicial, que supone una fuerte liberación del profesional respecto a sus barreras geográficas, rutinas y horarios fijos. Suele también contribuir a la ruptura de las jerarquías y estructuras laborales tradicionales.
Un nómada digital acostumbra a vivir un estilo de vida basado en una gran libertad geográfica, viviendo donde quiera por el tiempo que quiera. Aunque viaja mucho o vive en lugares distintos, no es un viajero tradicional, pues su trabajo siempre lo acompaña.
Entre las motivaciones más frecuentes para adoptar este estilo de vida nómada, podemos hablar de una mayor calidad de vida, la opción de poder pasar más tiempo con la familia, flexibilidad geográfica, elegir vivir en climas más amables, disfrutar de viajes a largo plazo y ser dueño de su tiempo.
Sin embargo, precisamente esa independencia geográfica supone para el nómada digital una serie de nuevos retos, como la falta de separación clara entre el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio, la dificultad para mantener una conexión fiable de internet, la dificultad para mantener contacto con familiares y amigos. Desplazarse por distintos países puede suponer, además, adaptarse a la legislación, zona horaria e incluso al idioma de cada país, así como tener que conseguir visados de trabajo o mantener un seguro de salud de ámbito internacional.
Los nómadas digitales utilizan las tecnologías de comunicación, sobre todo Internet y aplicaciones de software, de las cuales dependen para cumplir sus objetivos laborales. Sus herramientas de trabajo indispensables son los ordenadores portátiles, teléfonos móviles, etc. Para muchos también los equipos fotográficos y de vídeo.
Habitualmente trabajan desde cafés, librerías o bibliotecas públicas y desde sus casas. Lugares con una buena conexión a Internet.

Nombrando a profesiones, una persona puede volverse nómada digital en cuanto su profesión o fuentes de ingresos le permitan hacerlo desde cualquier ubicación. Las actividades más comunes están relacionadas con las nuevas tecnologías de la información, el marketing digital entre otras.
Nos vamos a centrar en el marketing digital .En este podemos encontrar las seis profesiones más demandadas. Siendo los siguientes, los perfiles profesionales que se buscan para trabajar en ello
Community Manager. Es el responsable de las redes sociales y la presencia online de la marca.
Diseñador web. Es la encargada de desarrollar la página web y el blog.
Creador de contenidos. Consiste en crear textos, vídeos, imágenes para difundir en las redes sociales. 
Consulto SEO. Experto en optimización en motores de búsqueda.
Experto SEM. Encargado de gestionar las campañas de publicidad online.
Analista Web. Analizar datos de la web para saber cómo se están haciendo las cosas.
La brecha de género es una variable más relevante relacionada con el retraso en la incorporación al mundo de las nuevas tecnologías y el uso a Internet. Las diferencias de acceso entre hombres y mujeres se dan en todas las sociedades actuales, tanto en contextos de economías avanzadas como de economías en desarrollo.
La preocupación de diferencias de género en el uso de ordenadores e Internet es creciente. Se han analizado distintos aspectos en el uso de Internet en la sociedad y se ha demostrado que no hay diferencias en el uso de Internet en el tramo de edad de 16 a 24 años, pero va aumentando con la edad, llegando a ser diez puntos inferior en las mujeres en el tramo de edad de 65 a 74 años
Las mujeres aprovechan cada vez más las TIC en todas las esferas de la vida, pero al mismo tiempo, se produce “una brecha digital de género” manifiesta no sólo en el menor número de mujeres usuarias de las TIC, sino también en la persistencia de desigualdades estructurales específicas de género que constituyen barreras para su acceso y su uso. Al inicio de la aparición de las TIC, se partía de la idea de que no existía la brecha digital, sino que el retraso de algunos sectores,  era un estadio que se superaría con el tiempo y con el crecimiento económico (bastaría poner ordenadores para que la gente los utilizase).  Hoy, sin embargo,  hay diversos tipos de brecha digital y que ésta persiste y adquiere nuevas formas. Además de la brecha de acceso, hay una brecha de uso,  otra de contenidos y otra de habilidades tecnológicas.
La brecha de género también está relacionada con la escasa proporción de mujeres que trabajan como profesionales de la informática.  “Lo más grave es que estas diferencias de género en las profesiones informáticas no parece que tiendan a reducirse en el futuro, ya que son más agudas entre los más jóvenes (menos de 40 años)  , es decir, que a las mujeres más jóvenes las contratan más rápido por tener buen físico y a las más maduras las contratan cuando no hay más remedio y falta  personal.
En mi opinión pienso que las jóvenes andaluzas se tienen que concienciar en las nuevas tecnologías porque son trabajos sencillos que se pueden aprender fácilmente, pueden ganar dinero para pagarse sus estudios y seguir avanzando en caso de familias necesitadas. También para las  demás mujeres ,  al ser un horario flexible lo pueden compaginar con otros trabajos y además cuidar de sus hijos y de sus mayores. A la hora de un viaje imprevisto, siempre que tengan acceso a internet podrán  desarrollar su trabajo sin ningún problema. Estas son algunas de las muchas motivaciones para querer llevar a cabo profesiones digitales. 
No me parece justo y creo que deberíamos luchar para  que no nos pongan barreras, que a la hora de la contratación no suframos desigualdades, ni por ser mujer, ni por  la edad. Únicamente que se valore sin somos aptas  para desarrollar nuestro trabajo. Haciendo  siempre un gran apunte en esto  ya que las niñas, siempre destacamos en actitud, perseverancia, constancia y sobretodo somos las que más interés ponemos para que salgan las cosas bien.

Autora: Cristina Cuenca García
3ºESO A. IES Mar Serena (Pulpí)

sábado, 28 de octubre de 2017

TÉCNICAS DE ESTUDIO







TÉCNICAS DE ESTUDIO

 

Vamos a empezar de forma más concreta poco a poco: RESÚMENES

En esta web tienes las principales técnicas para hacer un resumen.

 ESQUEMAS


En el libro de Lengua de 3º de ESO tienes al final de Tema en el Taller de Comunicación una gran ayuda.

Por ejemplo, en la página 40-41 te viene cómo hacer MAPAS MENTALES que vas a usar para:

-ESTUDIAR PARA EL EXAMEN DE LENGUA
-APRENDER EL RESTO DE ASIGNATURAS
-LOS LIBROS OBLIGATORIOS Y VOLUNTARIOS

viernes, 20 de octubre de 2017

La importancia de la coma (del vocativo)






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Resulta muy frecuente en un centro tan moderno recibir continuos correos electrónicos de los alumnos. Una amplísima mayoría de ellos llevan, con ligerísimas variantes, un encabezado similar a estos:



"aquí te mando el trabajo profe"/ "esta es mi presentación profe"/ "¿cuándo es el examen profe?"

En realidad, en estos casos se está usando (sin querer) "profe" como una especie de complemento del sustantivo, pero que no tiene sentido. Como si, además de "trabajos voluntarios", las "presentaciones Prezi" y los "exámenes fáciles", existieran los "trabajos profe", las "presentaciones profe" y los "exámenes profe". Pero no.
O como si fuera un nombre en aposición que funciona como complemento, como en el caso de "mi profe Víctor", "tu tía Ana" o "el Papa Francisco" (con mayúsculas). Pero tampoco.

Todos ellos son ejemplos de un error muy común: olvidar la coma del vocativo, es decir, la coma que es necesario situar SIEMPRE delante del sintagma que usemos para referirnos al receptor, sea el que sea.

"Feliz cumpleaños, papá"/ 
"Dime, mi amol"/ 
"Oye, , listillo, cállate"/ 
"A sus órdenes, capitán"/ 

Si queremos dirigirnos a nuestro interlocutor en mitad de una oración, situaremos el vocativo entre comas. Es decir, así:

"Mira, chico, yo a veces no te entiendo..."/ 

"Disculpe, camarero, tráigame un Trinaranjus"/

"Gracias, señor presidente, por sus palabras"/ 

"Te prometo, cariño, que no tenía cobertura".


Si no, cometeremos un error que puede dar lugar a malinterpretaciones.





Este último error nos recuerda una máxima que debemos tener en cuenta:
NUNCA JAMÁS ESCRIBAS COMA 
ENTRE EL SUJETO Y EL PREDICADO
(a menos que sea una aclaración, en cuyo caso debe estar entre dos comas que actuén como paréntesis).