martes, 5 de mayo de 2015

Más microrrelatos

La plaza.

Todo el mundo pensó que había sido el servicio municipal de limpieza de madrugada pero, en realidad, la plaza se despertó empapada aquella mañana de mayo porque echaba de menos a los jóvenes.

Sueños

Cuando Sancho despertó, el yelmo de Bambrino se había convertido en bacía de barbero, los gigantes en molinos y D. Quijote en un Alonso Quijano cuerdo y aburrido. Así que prefirió seguir soñando.


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