domingo, 31 de enero de 2021

MEMENTO MORI

"MEMENTO MORI" es un tópico literario (es decir, una forma de entender la vida o mirar el mundo muy habitual en los textos literarios) que consiste en expresar una especie de recordatorio de la llegada ineludible de la muerte. De hecho, podría traducirse como "recuerda que has de morir" o "recuerda que morirás". 

Este momento se puede encarar de formas muy diversas. Resulta curiosa la mezcla de serenidad y desafío que encontramos en el último disco publicado por el cantautor y poeta Leonard Cohen:


Quien tuvo más que presene el momento de su muerte fue David Bowie. Quien fuera una estrella en los 60, 70, 80 y 90 había decidido pasar a un retiro voluntario. Sólo salió de él para "despedirse" con dos discos, el segundo salió a la venta justo el día de su último cumpleaños y un día antes de fallecer.


En este vídeo encontrarás explicados sus símbolos e imágenes:

De forma más general, cotidiana y humorística, trata también la llegada de la muerte Luis Prado en su último videoclip:



Como sabes, en algunos países el tratamiento a la muerte no es tétrico, sino que se intenta encarar con humor (negro). Algo así encontrábamos en "Las danzas de la Muerte" de la literatura medieval y esa idea continúa muy presente en culturas como la mexicana (si has visto la magnífica película Coco, sabrás a qué me refiero). Es lo que encontramos en esta canción de Ariel Rot dedicada a "La Huesuda" (apelativo entre cariñoso y despectivo dirigido a la Muerte):


El "memento mori", igual que sucede con el resto de tópicos estudiados, ha estado presente desde la Antigüedad al momento presente, aunque con diferentes enfoques. Como prueba, veremos a continuación un poema de Catulo y una canción del grupo No Me Pises Que llevo Chanclas con cierta similitud:

POEMA III
Llorad Venus y Cupidos,
y cuantos hombres seáis sensibles a la belleza.
el gorrión de mi amiga ha muerto,
el gorrión, delicias de mi amiga,
al que amaba más que a sus ojos;
(,,,)
Ahora él va por un camino tenebroso,
al lugar de donde dicen que nadie vuelve.
Pero malditas seáis, malditas tinieblas
del Orco, que devoráis todo lo bello;
tan bello gorrión me habéis arrebatado.
¡Oh qué desgracia! ¡Oh pobrecillo gorrión!
Ahora, por tu causa, los ojitos de mi amiga
enrojecen hinchados por el llanto. (CATULO)

Como bien sabes, la muerte, al igual que el amor, la amistad o la crítica social, es uno de los asuntos más importantes en la vida y, por tanto, es uno de los temas de los más habituales en las obras literarias, que no dejan de ser reflejo de nuestro paso por la vida.
Así, vamos a ver un ejemplo del tópico "memento mori" en manifestaciones artísticas aparentemente tan lejanas como un romance de la lírica popular medieval y, a continuación, en la canción de un grupo punk:

ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE

Un sueño soñaba anoche,

soñito del alma mía,

soñaba con mis amores

que en mis brazos los tenía.

Vi entrar señora tan blanca

muy más que la nieve fría.

―¿Por dónde has entrado, amor?

¿Cómo has entrado, mi vida?

Las puertas están cerradas,

ventanas y celosías.

―No soy el amor, amante:

la Muerte que Dios te envía.

―¡Ay, Muerte tan rigurosa,

déjame vivir un día!

―Un día no puede ser,

una hora tienes de vida.

Muy de prisa se calzaba,

más de prisa se vestía;

ya se va para la calle,

en donde su amor vivía.

―¡Ábreme la puerta, blanca,

ábreme la puerta niña!

―¿Cómo te podré yo abrir

si la ocasión no es venida?

Mi padre no fue al palacio,

mi madre no está dormida.

―Si no me abres esta noche,

ya no me abrirás querida;

la Muerte me está buscando,

junto a ti vida sería.

―Vete bajo la ventana

donde labraba y cosía,

te echaré cordón de seda

para que subas arriba,

y si el cordón no alcanzare

mis trenzas añadiría.

La fina seda se rompe;

la Muerte que allí venía:

―Vamos, el enamorado,

que la hora ya está cumplida.

(ANÓNIMO)

O, en el otro extremo (la "alta cultura"), encontramos el tópico "Memento mori" en un soneto del principal representantes del culto culteranismo:


De la brevedad engañosa de la vida

Menos solicitó veloz saeta 

destinada señal que mordió aguda; 

agonal carro por la arena muda 

no coronó con más silencio meta


que presurosa corre, que secreta 

a su fin nuestra edad. A quien lo duda, 

fiera que sea de razón desnuda, 

cada Sol repetido es un cometa.


¿Confiésalo Cartago y tú lo ignoras? 

Peligro corres, Licio, si porfías 

en seguir sombras y abrazar engaños


Mal te perdonarán a ti los las horas, 

las horas que limando están los días, 

los días que royendo están los años

(Luis de Góngora y Argote)


Su archienemigo Francisco de Quevedo también parece sentir cerca la muerte al escribir uno de sus poemas más conocidos:


MIRÉ LOS MUROS DE LA PATRIA MÍA Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados, de la carrera de la edad cansados, por quien caduca ya su valentía. Salíme al campo: vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados, y del monte quejosos los ganados, que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos; mi báculo más corvo y menos fuerte; Vencida de la edad sentí mi espada. Y no hallé cosa en que poner los ojos que no fuese recuerdo de la muerte.


Incluso, encontramos referencias a este tópico en uno de los más célebres sonetos de amor:


Como has podido comprobar, el "memento mori" no tiene por qué ser el único tópico presente en un poema y puede aparecer junto a otros (normalmente, hace buena pareja con el "tempus fugit" o el "ubi sunt?" pero, buscando el contraste, puede también aparecer para resaltar el "carpe diem").

EPITAFIO FRENTE A UN ESPEJO
Dura ha de ser la vida para ti,
que a una extraña honradez sacrificaste tus creencias,
para ti, cuya única certidumbre es tu recuerdo
y por ello, tu más aciaga tumba.

Dura ha de ser la vida, cuando los años pasen
y destruyan al fin la ilusa patria de tu adolescencia,
cuando veas, igual que hoy, este fantasma
que tiempo atrás te consoló con su belleza.

Cuando el amor como un vestido ajado
no pueda proteger tu tristeza
y motivo de burla, de piedad o de asombro,
a los ojos más puros sólo sea.

Duro ha de ser para tu cuerpo ver morir el deseo,
la juventud, todo aquello que fuiste,
y buscar sin pasión tu reposo
en la sorda ternura de lo débil,
en la gris destrucción que alguna vez amaste.

«Es la ley de la vida», dicen viejos estériles,
«y nada sino Dios puede cambiarlo», repiten,
a la luz de la noche, lentas sombras inútiles.

Dura ha de ser la vida, tú que amaste el mundo,
que con una mirada o una suave caricia soñaste poseerlo,
cuando la absurda farsa que tú tanto conoces
no esté más adornada con lo efímero y bello.

Dura ha de ser la vida hasta el instante
en que veles tu memoria en este espejo:
tus labios fríos no tendrán ya refugio
y en tus manos vacías abrazarás la muerte.

De A través del tiempo (Juan Luis Panero)


miércoles, 20 de enero de 2021

LOPE DE VEGA: la "tercera vía" del clasicismo barroco

 

Lope de Vega es uno de los autores más importantes del Siglo de Oro y, por tanto, de toda la literatura española y universal.

En esta entrada estudiaremos su faceta como autor teatral, donde renueva para siempre el teatro español marcando una huella profundísima en los autores posteriores.

Sin embargo, en este caso vamos a centrarnos en su producción lírica.


UN SONETO ME MANDA HACER VIOLANTE…

Un soneto me manda hacer Violante

que en mi vida me he visto en tanto aprieto;

catorce versos dicen que es soneto;

burla burlando van los tres delante.


Yo pensé que no hallara consonante,

y estoy a la mitad de otro cuarteto;

mas si me veo en el primer terceto,

no hay cosa en los cuartetos que me espante.


Por el primer terceto voy entrando,

y parece que entré con pie derecho,

pues fin con este verso le voy dando.


Ya estoy en el segundo, y aun sospecho

que voy los trece versos acabando;

contad si son catorce, y está hecho.

DESMAYARSE, ATREVERSE…

Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor süave,

olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.

IR Y QUEDARSE Y CON QUEDAR PARTIRSE

Ir y quedarse, y con quedar partirse,

partir sin alma y ir con alma ajena,

oír la dulce voz de una sirena

y no poder del árbol desasirse;


arder como la vela y consumirse

haciendo torres sobre tierna arena;

caer de un cielo, y ser demonio en pena,

y de serlo jamás arrepentirse;


hablar entre las mudas soledades,

pedir pues resta sobre fe paciencia,

y lo que es temporal llamar eterno;


creer sospechas y negar verdades,

es lo que llaman en el mundo ausencia,

fuego en el alma, y en la vida infierno.

DULCE DESDÉN, SI EL DAÑO QUE ME HACES

Dulce desdén, si el daño que me haces

de la suerte que sabes te agradezco,

qué haré si un bien de tu rigor merezco,

pues sólo con el mal me satisfaces.


No son mis esperanzas pertinaces

por quien los males de tu bien padezco

sino la gloria de saber que ofrezco

alma y amor de tu rigor capaces.


Dame algún bien, aunque con él me prives

de padecer por ti, pues por ti muero

si a cuenta dél mis lágrimas recibes.


Mas ¿cómo me darás el bien que espero?,

si en darme males tan escaso vives

que ¡apenas tengo cuantos males quiero!

Como ves, Lope de Vega es uno de los grandes maestros en el arte del soneto. El soneto, recuerda, es un poema estrófico que España importa del Renacimiento italiano y que alcanza su auge y esplendor durante el siglo de oro.

Consiste en 14 versos endecasílabos repartidos en dos cuartetos y dos tercetos. Tiene rima consonante (propia de la poesía culta) y su esquema métrico es ABBA, ABBA (los tercetos varían).

Como has podido comprobar, su estructura externa (en dos cuartetos y tercetos) plantea la posiblidad de desarrollar efectivas estructuras internas (desplegando normalmente la introducción o descripción al principio y la conclusión o tesis al final).

Sin embargo, los autores del Barroco no solo escriben sonetos, sino también otras estrofas propias de la poesía culta como la lira, la silva...

Y, no lo olvidemos, se produce un resurgimiento de la poesía de raíz popular mediante el uso de sextillas o, sobre todo, romances. 

Como bien sabes, el romance es el poema estrófico más característico de la poesia popular. Consiste en una tirada (número indeterminado) de versos octosílabos que riman los pares en asonante mientras quedan los impares libres.

A MIS SOLEDADES VOY, DE MIS SOLEDADES VENGO

A mis soledades voy.

De mi soledades vengo,

porque para andar conmigo

me bastan mis pensamientos.


¡No sé qué, tiene la aldea

donde vivo y donde muero,

que con venir de mí mismo

no puedo venir más lejos!


Ni estoy bien ni mal conmigo;

mas dice mi entendimiento

que un hombre que todo es alma

está cautivo en su cuerpo.


Entiendo lo que me basta,

y solamente no entiendo

cómo se sufre a sí mismo

un ignorante soberbio.


De cuantas cosas me cansan,

fácilmente me defiendo;

pero no puedo guardarme

de los peligros de un necio.


Él dirá que yo lo soy,

pero con falso argumento;

que humildad y necedad

no caben en un sujeto.


La diferencia conozco,

porque en él y en mí contemplo,

su locura en su arrogancia,

mi humildad en su desprecio.


O sabe naturaleza

más que supo en otro tiempo,

o tantos que nacen sabios

es porque lo dicen ellos.

(...)

No puede durar el mundo,

Porque dicen, y lo creo,

que suena a vidrio quebrado

y que ha de romperse presto.


Señales son del juicio

ver que todos le perdemos,

unos por carta de más,

otros por carta de menos.


Dijeron que antiguamente

se fue la verdad al cielo:

tal la pusieron los hombres

que desde entonces no ha vuelto.


En dos edades vivimos

los propios y los ajenos,

la de plata los extraños,

y la de cobre los nuestros.


¿A quién no dará cuidado,

si es español verdadero,

ver los hombres a lo antiguo

y el valor a lo moderno?

(...)

Con esta envidia que digo,

y lo que paso en silencio,

a mis soledades voy,

de mis soledades vengo.


AL DESPRENDIMIENTO DE CRISTO Y LA VIRGEN.

Los dos más tiernos esposos,

los dos más tiernos amantes,

los mejores Madre e Hijo,

porque son Cristo y su Madre.


Tiernamente se despiden,

tanto, que en solo mirarse,

parece que entre los dos

se está repartiendo el cáliz.


Hijo, le dice la Virgen:

¡ Ay ¡ ¡ Si pudiera excusarte

de esta llorosa partida

que las entrañas me parte!

A morir vais, hijo mío,

por el hombre que criasteis,

que ofensas hechas a Dios,

sólo Dios las satisface.

No se dirá por el hombre:

quien tal hace que tal pague,

pues que vos pagáis por él

al precio de vuestra sangre.


Dejadme, dulce Jesús,

que mil veces os abrace,

porque me deis fortaleza


Aunque un Ángel me dejéis

no es posible consolarme,

que ausencia de un Hijo Dios

no puede suplicarla un Ángel.

Yo siento vuestros azotes

porque vuestra tierna carne,

como es hecha de la mía

hace también que me alcance (...).

AL ECCE-HOMO.

Pues el juez más lisonjero

que con su príncipe ha sido,

por interés de su gracia

y por no perder su oficio

En un balcón de su casa

azotado y escupido,

para que el pueblo le vea

puso al inocente Cristo.


Después de noche tan fiera

aparece el sol teñido

en sangre, y en vez de rayos

puntas de juncos marinos.

A las llagas de su cuerpo

pegado el rojo vestido,

que también se hiciera rojo

si fuera de blanco armiño.

Veis aquí, les dice, al hombre

a quien desde el cielo dijo,

con su voz el Padre Eterno:

este es mi Hijo querido.

Aquí le traigo enmendado:

oh, ¡qué extraño desatino,

querer enmendar a un Dios

tan bueno y tan infinito!.

Quita, quita, le responden

viejos, ancianos y niños;

muera, muera, muerte infame,

pues hijo de Dios se hizo.

Ay, Jesús, Hijo de Dios,

que ese nombre y apellido

no le tenéis Vos hurtado,

que sois igual a Dios mismo (...)