viernes, 30 de septiembre de 2022

EL CANTAR DE MÍO CID



 
 
















HAZ ESTAS FICHAS ONLINE Y, CUANDO TERMINES, MÁNDALAS A victorpenadacosta@gmail.com

Haz estos ejercicios online (cuando los termines, manda captura con tu calificación a victor.pea@murciaeduca.es).

 

EL CANTAR DEL MÍO CID ES UN COÑAZO

(Antonio Orejudo)

Los profesores de literatura tenemos más culpa que los videojuegos en el desprestigio de la ficción y en el abandono de la lectura por parte de las nuevas generaciones: llevamos más de cien años explicando de la misma manera los mismos autores, las mismas obras y las mismas figuras literarias; y no hay ninguna disciplina que soporte semejante inmovilidad.

Dado que las cosas no están funcionado, ¿por qué no ensayar algunos cambios? ¿Por qué no abandonar, por ejemplo, el supersticioso respeto a la ordenación cronológica en beneficio de otro que tenga en cuenta la edad de los alumnos y sus intereses reales? En vez de dar vueltas concéntricas al mismo temario, que invariablemente empieza en la Edad Media y termina en la época contemporánea, ¿por qué no empezar por el final?

El primer contacto de un escolar con la historia de la literatura se produce en la Edad Media, algo que sin duda es lo más académico, pero no sé si lo más adecuado. ¿No sería más lógico empezar por la literatura contemporánea para estimular su apetito e ir formándolo como lector?

A medida que avanzaran los cursos nos iríamos alejando hasta llegar al Cantar de Mio Cid, un texto escrito en otro tiempo, en otro mundo y —reconozcámoslo— en otro idioma. Un texto cuya lectura requiere asistencia técnica. Y aquí es donde hemos fallado, en el servicio de atención al cliente.

El profesor debe leer con sus alumnos como si comiera nueces: rompiendo para ellos el duro cascarón de la lejanía cultural y dándoles a probar el fruto, dulce o amargo pero tierno, que el libro elegido guarda en su interior. Esta es la teoría, qué bonita. ¿Y la práctica? ¿Cómo se abre esa nuez?

¿Cómo se explica en la práctica a chicos de 15, 16 ó 17 años un texto tan alejado de nosotros, tan pestiño —al menos a primera vista— como el Cantar de Mio Cid?


El cascanueces

El Cantar de Mio Cid se parece más a lo que hoy nosotros llamamos novela que a lo que hoy nosotros llamamos poesía. Está escrito en verso, pero está escrito en verso por razones —digamos— accidentales, porque escribirlo en verso (es decir, usando renglones con el mismo número de sílabas y que además riman entre sí) era la única manera que tenía el juglar (el cuentacuentos, diríamos hoy) de aprenderse esta larga narración de memoria sin cometer errores.

Porque no debemos olvidar que la literatura se ha administrado siempre por vía auditiva y no por vía ocular. La gente escuchaba los libros, no los leía. Los escuchaba en la plaza del pueblo o en los caminos, en los hoteles —en las ventas—, donde concurrían personas de variada condición y procedentes de todas partes.

La lectura en silencio y en soledad es un fenómeno bastante reciente. Hasta hace doscientos o trescientos años la lectura era sobre todo un acontecimiento social, algo así como ir al cine.


El Cantar de Mio Cid tiene dos hilos argumentales.

El primero es la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, un caballero castellano —mitad real, mitad inventado— que, injustamente desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI (1047-1109), hace todo lo posible para que el rey lo vuelva a querer. Y al final lo quiere.

El segundo hilo es la historia de la “guarrrada” que los infantes de Carrión —sus yernos— le hacen a las hijas del Cid y de la civilizada reacción de éste.

Vayamos con el primer argumento: Alguien —no sabemos quién—, ha dicho algo malo del Cid, no sabemos qué. El caso es que Alfonso VI lo castiga y lo expulsa del reino. El Cantar comienza precisamente en el momento del desahucio: antes de partir hacia Burgos —primera parada antes del destierro— el Cid se vuelve hacia su casa, y al verla vacía, con las ventanas abiertas, sin gente y sin muebles, se echa a llorar. (...)

La primera mitad del Cantar cuenta los esfuerzos del Cid por congraciarse con el rey, cosa que al final consigue. ¿Cómo? Muy fácil: desde el primer día del destierro, el Cid y sus hombres (porque no sólo lo destierran a él, sino a él y a su pequeño ejército) se dedican a conquistar ciudades y pueblos en poder de los musulmanes. Matan a los moros y se quedan con todo. Naturalmente, después de cada victoria el Cid reparte el botín entre sus hombres, pero no se olvida nunca de apartar una generosa porción para el rey. Le envía un regalo, le envía dos; y al tercero, claro, ya lo tiene en el bote.

Pero lo que hace que el rey le perdone definitivamente no son tanto los regalitos como otro detalle: resulta que los hermanos Carrión —los infantes de Carrión—, dos chicos de muy buena familia y muy cercanos al rey, están empeñados en casarse con doña Elvira y doña Sol, las hijas del Cid. Aunque no le gustan como yernos, el Cid accede al matrimonio: en realidad no tiene más remedio, si quiere arreglar las cosas con el rey. Y el rey, claro, conmovido por su mansedumbre, lo perdona y le permite que regrese a Castilla.


Y aquí comienza el segundo hilo argumental: ya he dicho que al Cid le daban mala espina esos infantes de Carrión. Y no se equivocaba. Resulta que un día, ya casados con sus hijas, se escapa un león de palacio, y los infantes en vez de ayudar a capturarlo huyen despavoridos y se esconden. Tiene que ser el suegro quien resuelva el desaguisado para regocijo de todos los testigos y humillación de los yernos, que no tardarán en vengarse de él.

De vuelta a casa, a la altura de un robledal, en un pueblo llamado Corpes, en la provincia de Guadalajara, los infantes de Carrión, rabiosos todavía por el espantoso ridículo que han hecho con el león, desnudan a sus esposas, las maltratan y las abandonan, en lo que se puede considerar el primer caso de violencia de género documentado en la literatura castellana. (...)

Pues bien, Rodrigo Díaz de Vivar, un tipo que vivió en el siglo XI, les da a todos ellos una lección de civismo y de respeto a las leyes. ¿Cuál es la reacción del Cid al enterarse de que han violado y torturado a sus hijas? Pues en vez de buscar a los infantes de Carrión para reventarlos y cortarles las orejas, el Cid pide justicia al rey, que es algo así como poner una denuncia en comisaría.

El rey atiende la petición y convoca las Cortes en Toledo, adonde acuden los infantes y el Cid, que lo primero que reclama curiosamente es la devolución de la dote: que le devuelvan su dinero. (...) Y, entonces sí, con la autorización del rey, los reta a una batalla judicial, que demuestra quién tiene razón.

Vence el Cid, se anulan los matrimonios y como colofón a tanta alegría, los infantes de Navarra y de Aragón, con pinta de ser mejores yernos que los de Carrión, solicitan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol.

Y así termina el Cantar.


El Mio Cid como novedad literaria

Hay dos maneras de leer un libro antiguo: como si fuera una pieza de arqueología o como si fuera una novedad literaria.

Lo leemos como una pieza de arqueología cuando buscamos en él restos de un mundo que no es el nuestro. Porque no siempre se ha vivido como vivimos nosotros, ni han estado vigentes nuestros valores, nuestras creencias y nuestra manera de ver y de sentir las cosas. Leer los libros antiguos como si fueran piezas de arqueología es un acto de humildad, el reconocimiento de que los occidentales del siglo XXI somos un granito de arena en esa inmensa playa que se llama Historia de la Humanidad.

Leemos un libro antiguo como si fuera una novedad literaria cuando buscamos en él nuestro reflejo, el reflejo de nuestro mundo, las constantes que se han mantenido a lo largo del tiempo, las coincidencias —que las hay—, entre aquellas personas y nosotros. Unos y otros somos al fin y al cabo seres humanos, y es asombroso comprobar lo poco que hemos cambiado desde los tiempos del Cid, lo mucho que nos parecemos al héroe del Cantar, al hidalgo del Lazarillo o al Sancho Panza del Quijote.

El estudio especializado de la literatura requiere, por supuesto, una lectura arqueológica de los textos. Pero en la escuela, tal y como están las cosas, no tiene sentido leer de esta manera.

En una situación de emergencia como esta, yo leería los libros antiguos como si fueran novedades literarias. Leería el Cantar de Mio Cid, se me ocurre a botepronto, como la historia de Rodrigo, un empleado que trabaja en una empresa de compraventa de suelo (al fin y al cabo, la llamada Reconquista no fue sino una gigantesca expropiación de tierra), y que es acusado falsamente por unos compañeros de trabajo que luego violarán a sus hijas, y relegado en el escalafón por Don Alfonso Cesto, el presidente de la compañía.

O mejor aún: leería el Cantar como si fuera una novela barata de ciencia ficción, en la que Cid se des-tierra literalmente: se ve obligado por una injusticia a abandonar el planeta y a buscarse la vida allende nuestra galaxia. ¿Acaso los moros que aparecen en el Cantar no son los mismos seres insidiosos y deshumanizados que los marcianos de las películas de serie B?

Sí, perdamos el miedo supersticioso a nuestros clásicos como han hecho los británicos con Shakesperare hace mucho tiempo; leamos el Cantar en clase con una versión traducida, mientras vemos una mala película de ciencia-ficción, fijándonos en las coincidencias narrativas o en el semejante tratamiento de los personajes.

Ya habrá tiempo, si conseguimos que esos incipientes lectores se interesen por los libros antiguos, de que los lean no buscándose a sí mismos, sino buscando en ellos a los otros.


1-Enuncia la tesis o idea principal



2-Haz un resumen del artículo con tus palabras



3-¿Qué características del contexto histórico y social de la Edad Media aparecen en el artículo?



4-Resume el argumento de El Cantar del Mío Cid con tus palabras (aunque puedes ayudarte de este texto)


5-¿Consideras que la forma de enseñar que propone el autor sería útil? ¿Por qué? Haz un artículo dando tu punto de vista sobre los aspectos positivos y negativos que podría tener esta práctica educativa

6-Da tu opinión de forma argumentada sobre al menos uno de los pasajes destacados.



jueves, 29 de septiembre de 2022

HISTORIA PMAR y FPB

 





 



 


 
1-Asegúrate de que eres capaz de definir el VOCABULARIO BÁSICO
Estamento.
Monarquía absoluta.
Vasallaje.
Colonizar.
Burguesía.

FICHA GEOGRAFÍA

1-NOMBRE DEL PERÍODO/MOVIMIENTO HISTÓRICO:


2-FECHA:


3-DEFÍNELO CON TUS PALABRAS:



4-APUNTA LAS PALABRAS CLAVE:


5-DEFINE LAS QUE TE PAREZCAN MÁS IMPORTANTES (Primero inténtalo con tus palabras. DESPUÉS, puedes preguntar a tu profesor o consultar tu móvil):


6-PERSONAJES PRINCIPALES:


7-RELACIÓN CON LA ACTUALIDAD



8-ASPECTOS POSITIVOS 


9-ASPECTOS NEGATIVOS:



10-OPINIÓN PERSONAL BASADA EN ARGUMENTOS:

FICHA LA ILUSTRACIÓN 






   

FICHA ESTADOS MODERNOS


  
 




 

 
 


 


 













 

El 1 de mayo de 1886 en Chicago, EEUU, 200 mil trabajadores iniciaban una huelga reclamando una jornada de 8 Hs y mejores condiciones laborales, 3 días después, las protestas terminaron de forma trágica, represión, muerte y un juicio que terminó con la ejecución de 4 trabajadores, en conmemoración a estos acontecimientos reivindicatorios el 1 de Mayo se celebra el "Día del trabajador". Chicago era la ciudad norteamericana donde los trabajadores sufrían las peores condiciones laborales, reducir la jornada de 14 hs era el mayor anhelo. Las dos centrales obreras, la "Noble Orden de los Caballeros del Trabajo", de corte anarquista y la "Federación Americana del Trabajo", en un congreso en 1884 determinaron que a partir del 1 de Mayo de 1886 la jornada laboral debía reducirse a 8 hs, y dieron al gobierno y los empresarios 2 años para adecuarse, de lo contrario, irían a una huelga indefinida. En 1886 el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll pero las empresas no la cumplían, por lo que el 1 de Mayo se iniciaron las protestas, los medios de prensa denostaban a los trabajadores acusándolos de paralizar la pujante industria americana y de insultar al país que les daba la oportunidad de trabajar. El 3 de Mayo unos 50 mil trabajadores se agolparon en las puertas de la fábrica de maquinaria agrícola McCormick, que despidió a los huelguistas, la policía arremetió contra la multitud asesinando a 6 trabajadores, esto hizo que se convocara para el día siguiente a una marcha de repudio en la Haymarket Square. La marcha y protesta se desarrolló con normalidad, una vez finalizado el acto el jefe policial John Bonfield, pretendió desalojar el lugar de inmediato y ordenó a sus 200 oficiales que arremetieran contra la multitud, una bomba de bajo poder estalló entre los policías matando al oficial Degan. La policía comenzó a disparar a los trabajadores matando a decenas de ellos, durante toda la noche se produjeron arrestos y torturas, buscando a los responsables, como no lo lograron se eligió a unos 30 de los mas conocidos y se les plantaron pruebas para incriminarlos en el crimen. Dentro de los detenidos, la prensa, sin prueba alguna señalo a 8 de ellos, algunos empleados de los mismos periódicos, la corte suprema no quiso exponerse a contradecir a los medios y realizó un juicio "a pedido" del establishment. Tres de los obreros, Samuel Fielden (textil), Oscar Neebe (vendedor) y Michael Schwab (tipógrafo) fueron condenados a cadena perpetua, mientras que George Engel (tipógrafo), Adolf Fischer (periodista), August Vincent Theodore Spies (periodista), Albert Parsons (periodistas) y Louis Lingg (carpintero) fueron condenados a muerte. Salvo Louis Lingg que se suicido en su celda, el resto fue ejecutado el 11 de Noviembre de 1887. Años mas tarde el juicio fue declarado ilegítimo y nulo pero ya era tarde, estos hechos se tomaron en cuenta para determinar al 1 de Mayo como el día mundial de los trabajadores... excepto en los EEUU que para separarlo de estos vergonzosos hechos lo paso al primer lunes de Septiembre.





















FICHA GEOGRAFÍA


1-NOMBRE DEL PERÍODO HISTÓRICO:

2-FECHA:

3-DEFÍNELO CON TUS PALABRAS:

4-APUNTA LAS PALABRAS CLAVE:

 

5-DEFINE LAS QUE TE PAREZCAN MÁS IMPORTANTES (Primero inténtalo con tus palabras):


6-PERSONAJES PRINCIPALES:

 

7-RELACIÓN CON LA ACTUALIDAD

 

8-OPINIÓN PERSONAL BASADA EN ARGUMENTOS


domingo, 25 de septiembre de 2022

EL ENIGMA DEL SCRIPTORIUM (Pedro Ruiz García)

 



Para comenzar, vamos a situar la obra en su contexto. Para ello, nos vendrán muy bien estos dos vídeos,
1) LA EDAD MEDIA EN 10 MINUTOS


2) 10 MENTIRAS SOBRE LA EDAD MEDIA:

Como hemos visto, la obra se situá en el espacio real que supone la Escuela de Traductores de Toledo en la época del reinado de Alfonso X.
Al tratarse de una NOVELA HISTÓRICA, ha realizado previamente una labor de investigación para ser precisa en su acercamiento a ese contexto histórico, que conocerás mejor tras ver este video.



Como siempre, en cualquier examen o actividad de lectura, deberás demostrar haber entendido y apreciado críticamente sus características literarias.
Te comparto de nuevo el esquema de Lourdes Doménech sobre LOS ELEMENTOS A COMENTAR EN EL ANÁLISIS DE UN TEXTO NARRATIVO:


 


1-¿Cómo empieza la historia? Explica cómo se llama esta estructura narrativa y en qué consiste.


2.¿Quién narra la historia? ¿Qué tipo de narrador es? ¿Por qué?



3-¿Quién es el protagonista? ¿Cómo es? ¿Es un personaje plano o redondo? ¿Por qué? ¿Es moralmente complejo? ¿Por qué? 


4-¿Hay momentos cómicos? ¿Y trágicos? ¿Entonces se trata de una comedia o una tragedia? Explica con detalle y profundidad qué efecto te ha producido esta mezcla de géneros como espectador.


5-¿Se trata de una narración? ¿Por qué?


6-¿Qué tipo de héroe/heroína dirías que es su protagonista: héroe/heroína clásico/a, héroe/heroína por accidente o antihéroe/antiheroína?



7-¿En qué tipo de espacio se desarrolla la acción? ¿Qué importancia tiene?



8-¿Esta historia contiene alguna enseñanza o moraleja? ¿Cuál es? ¿Está explícita -aparece- o implícita -se entiende-?



9-Explica cuál es su tiempo interno (duración) y tiempo externo (época en que sucede). 
* UNA RESEÑA ES UN TEXTO ARGUMENTATIVO DE OPINIÓN: con la información que has ido recopilando gracias al visionado de la película, tus reflexiones y las preguntas anteriores, redacta un texto adecuado, cohesionado y coherente. 

Recuerda usar conectores, evitar repeticiones innecesarias, emplear un vocabulario preciso, rico y completo y, sobre todo, asegúrate de que tu reseña sea una defensa argumentada de tu punto de vista personal y resulte entretenida, divertida, interesante o, al menos, digna de ser leída

FRAGMENTOS INTERESANTES PARA COMENTAR EN CLASE Y/O EN EL EXAMEN:

Esta trágica noche en el scriptorium es lo primero que me viene a la cabeza al echar la mirada atrás, a pesar de que fueron muchos los sucesos que se precipitaron durante aquellos días. No supone el comienzo de mi historia ni tampoco su final, aunque después de analizarlo detenidamente, puede interpretarse como su punto de inflexión, de no retorno: el instante en el que alguien te empuja al río, después del cual solo te resta intentar salir a flote y alcanzar la orilla. En una ocasión, don Martín me dijo que a veces es uno el que decide qué camino seguir, y que otras es el propio camino el que se precipita sobre tus pasos. Solo con el transcurso del tiempo he comprendido sus palabras. Ni aquel caballero musulmán ni yo tendríamos que haber estado en el scriptorium a esas horas, pero la línea del destino parecía haber tomado su decisión: el camino se había abalanzado sobre nosotros. Hasta ese día, yo no era más que una simple aprendiz que de lo único que andaba sobrada era de sueños; una joven que vivía de prestado, cuyas pertenencias se reducían a un stilarium –un estuche con los correspondientes útiles de pintura y escritura– y un tratado de Maimónides usado hasta la saciedad, pero que poseía unas láminas y miniaturas admirables. Mis escasos recursos nunca me habían permitido viajar más allá de tres leguas siguiendo la vega del Tajo, y mi experiencia más arriesgada llegaba cada miércoles, cuando mi pelo se llenaba de telarañas; mis pulmones, de aire nauseabundo, y mi saya, de polvo al recorrer los subterráneos de San Ginés. No obstante, aquella noche lo cambió todo. (...) Resulta curioso cómo unos pocos minutos logran alterar el rumbo de toda una vida... Aunque me estoy anticipando. Para comprender la espiral de sucesos en la que me vi atrapada después de aquella aciaga noche, es preciso que me remonte dos días. (...)


Un silencio incómodo sobrevino al cabo de mis palabras. Me percaté de la afilada mirada que mi maestro mantenía clavada en mí. Cuando despegó los labios para hablar, supuse que estaba a punto de reprocharme haber socavado su autoridad; no tardé en comprender lo equivocada que estaba. –En el dibujo original –planteó el maestro Yehuda–, los participantes juegan a los dados; me gustaría saber por qué en tu dibujo te has decantado por el juego de las tablas astronómicas. Antes de hablar, tomé aire con la intención de calmar el ímpetu con el que el corazón me golpeaba el pecho. –Los juegos de tablas son los preferidos por la mayoría del pueblo –después de la consabida afirmación, resolví cuál iba a ser el hilo de mi razonamiento–. Además, el juego de los dados depende únicamente de la suerte y suele practicarse en las tabernas. En las tablas no solo influye la suerte que te otorguen los dados, sino que hay que sumarle la pericia del participante. En la vida real, nuestra existencia suele estar condicionada por los infortunios que pueda deparar el destino: las sequías, las plagas, las guerras… Y continuamente debemos recurrir a nuestras habilidades y capacidades para sobreponernos; tal vez sea esta similitud con la realidad la que explique el gusto mayoritario por los juegos de tablas, y de aquí mi decisión. Un nuevo silencio prevaleció en el cuarto. Maese Vergara había tomado el dibujo de nuevo y lo observaba como si hubiera un detalle en el que antes no había reparado. –Las proporciones son correctas y el trazo firme –resolvió. (...)

no logré discernir si la expresión complaciente que mostraban los maestros era consecuencia de mi admisión en el convento, del agrado que les producía el nuevo miembro que ingresaba en el gremio o de la combinación de ambas cosas. La inmensa alegría que me invadió al ver cumplido el sueño que llevaba persiguiendo cuatro años se vio ensombrecida repentinamente. ¿Cómo no había reparado en ello? Se antojaba inconcebible que, superada la primera etapa de aprendiz, una mujer adulta que no estuviese consagrada al voto religioso ejerciese en el scriptorium junto al resto de hombres. Mi vida quedaría reducida a proseguir mi formación en el scriptorium real durante la parte del día que me permitiera la sacrificada y casta reclusión que se vivía entre los cuatro muros del cercano convento de las dominicas. –Decidido –se incorporó el maestro Yehuda–. El gremio acepta el ingreso de Francisca como aprendiz de pleno derecho –sentenció con voz neutra. Los otros maestros se levantaron y, deshaciendo sus m (...áscaras de seriedad, me estrecharon la mano y me dirigieron sus parabienes. Llegado el turno del maestro Yehuda, me pareció percibir en su expresión un destello de emoción contenida. El inesperado gesto que protagonizó a continuación vino a confirmar mis sospechas: se aproximó y me abrazó. –Enhorabuena –musitó. Semejante cumplido de una persona a la que admiraba con secreta devoción, y a la que jamás había oído expresar sus emociones, hizo que el rubor me subiese hasta el rostro y que el color de mi tez, habitualmente pálido, se asemejase al de una cereza. –Esto no quiere decir que vayas a librarte del castigo por haberme desobedecido –agregó contradictoriamente, mientras su acostumbrado semblante de seriedad volvía a apoderarse de sus facciones. (...)

Normalmente, los equipos de traducción estaban formados por dos estudiosos: un especialista en hebreo o árabe, y otro ocupado en volcar lo interpretado por el primero al romance o al latín. Pero los maestros Yehuda, Abdel Hadi y Fray Núñez eran expertos en los campos del hebreo, el árabe y el latín, respectivamente. –Muy sencillo –observé–. Tal vez ese noble esté interesado en que tu padre se encargue de las ilustraciones de una traducción del árabe al latín (...)


Me aproximé hasta quedar a un paso de él y por mi mente atravesó la idea de que Eliezer, definitivamente, había dejado atrás la imagen del niño que había conocido cuatro años antes. El periplo que había afrontado a lo largo de su aprendizaje era digno de mención. Atendiendo a su especialidad como traductor, tal y como era costumbre en la formación hebrea, a los tres años había comenzado a leer la Torá y, una vez cumplidos los doce, había completado el estudio de la Mishná y el Talmud. Sus jornadas de estudio comenzaban al alba, y era habitual que se prolongaran durante once o doce horas al día. En los últimos cinco años había perfeccionado sus conocimientos de latín y romance, y había profundizado en las lecturas bíblicas y talmúdicas. Todos los maestros coincidían en que era uno de los aprendices más destacados del scriptorium. (...)

–Hay mujeres que han acabado en la hoguera acusadas de brujería por mucho menos que vender un tratado de medicina. Así era el carácter de Eliezer: objetivo, racional, temeroso, obediente e invariablemente pesimista. Se aproximó, me dedicó una mirada compungida y señaló: –Deberíamos disolver nuestra sociedad. Seamos realistas, Francisca –me agarró de un hombro–, nadie comprará una traducción realizada por unos aprendices. –Esta vez no diré que el libro es nuestro –concluí con una sonrisa de abierta complicidad. (...)

Gracias a la Escuela de Traductores, Toledo se había convertido en una de las capitales del conocimiento. Eruditos de las tres religiones volcaban todo el saber acumulado durante siglos al latín y al romance, y cruzarse con estudiosos ávidos de conocimiento llegados de toda Europa era cada vez más habitual. Los médicos en ciernes eran de los más numerosos; muchos de los nobles y religiosos disponían de la suma para adquirir los revolucionarios tratados de Avicena y Maimónides, y sin embargo, tanto el scriptorium real como el catedralicio carecían de manuscritos suficientes, y solo les ofrecían la posibilidad de consultar las traducciones de los dos sabios. En ese punto es donde yo había visto el negocio.

"Por lo demás –prosiguió el conde de Auvernia sin inmutarse–, resulta indudable que es una traducción directa del original en lengua judía. Es la primera vez que leo explicaciones tan complejas e innovadoras, que dicho sea de paso, contrastan en gran medida con la doctrina médica comúnmente aceptada en Borgoña, y me atrevería a decir que en toda Europa. En cuanto a sus dibujos y disecciones, no es frecuente encontrarse con unas láminas tan realistas. Resultan… –se tomó unos segundos para dar con la palabra que buscaba–, resultan extraordinarias –concluyó alzando la barbilla. El noble se aproximó hasta uno de sus secretarios y regresó con una bolsa de cuero en la mano. Al ver que me la ofrecía, la tomé mecánicamente y, por un momento, permanecí tan inmóvil como una estatua de madera. –Sería conveniente que las contaras. Un subrepticio pisotón de Almudena me hizo reaccionar. –Hay más de lo acordado –señalé, pues la cantidad superaba diez veces el precio establecido. –Mi compromiso era adquirir al menos el primer cuadernillo de muestra –aclaró–. Dile a tu señor que quiero todo el libro, cosido y con pastas de vitela a poder ser –permitió que transcurriesen algunos segundos para dejar claro que, más que de una sugerencia, se trataba de una exigencia–. Tengo prevista mi marcha dentro de un mes; antes de esa fecha, me entregaréis el libro acabado y yo os daré otra bolsa como esa. ¿Crees que a tu maestro le parecerá un precio razonable? Sentí que mis ojos se agigantaban. ¡Había aceptado! Iba a lanzar un chillido de alegría cuando Almudena, tal vez advirtiéndolo, me tiró de la falda con disimulo. –Estoy convencida –acerté a decir. (...)

A medida que se iba acercando el momento crítico, mi rechazo a enclaustrarme había aumentado hasta transformarse en un nudo asfixiante. Aunque el periodo hasta tomar los hábitos definitivamente se prolongaba alrededor de cuatro años, mi compromiso con la vida conventual debería ser ejemplar desde el primer momento. Ayunos, oración, recogimiento, asistencia a los oficios religiosos diurnos y nocturnos… No. Aunque supusiese la renuncia a continuar en el scriptorium, mi decisión estaba tomada.


jueves, 22 de septiembre de 2022

"Punto final" (relato de Cristina Peri Rossi)

 


Gracias a la inabarcable sapiencia y a la extrema generosidad del profesor y, sin embargo, amigo Salva Robles, vamos a disfrutar de la lectura y las correspondientes actividades basadsa en este singular relato de Cristina Peri Rossi.

“PUNTO FINAL” (relato de Cristina Peri Rossi) 

Cuando nos conocimos, ella me dijo: “Te doy el punto final. Es un punto muy valioso, no lo pierdas. Consérvalo, para usarlo en el momento oportuno. Es lo mejor que puedo darte y lo hago porque me mereces confianza. Espero que no me defraudes.” Durante mucho tiempo, tuve el punto final en el bolsillo. Mezclado con las monedas, las briznas de tabaco y los fósforos, se ensuciaba un poco; además, éramos tan felices que pensé que nunca habría de usarlo. Entonces compré un estuche seguro y allí lo guardé. […]

Con la felicidad, olvidé el estuche, o lo perdí, inadvertidamente. No puedo saberlo. Ahora que la dicha terminó, no encuentro el punto final porningún lado. Esto crea conflictos y rencores suplementarios. “¿Dónde lo guardaste? – me pregunta ella, indignada -. ¿Qué esperas para usarlo? No demores más, de lo contrario, todo lo anterior perderá belleza y sentido.”

Busco en los armarios, en los abrigos, en los cajones, en el forro de los sillones, debajo de la mesa y de la cama. Pero el punto no está; tampoco el estuche. Mi búsqueda se ha vuelto tensa, obsesiva. Es posible que lo haya extraviado en alguno de nuestros momentos felices. No está en la sala, ni en el dormitorio, ni en la chimenea. ¿El gato se lo habrá comido?

Su ausencia aumenta nuestra desdicha de manera dolorosa. En tanto el punto no aparezca, estamos encadenados el uno al otro, y esos eslabones están hechos de rencor, apatía, vergüenza y odio. Debemos conformarnos con seguir así, desechando la posibilidad de una nueva vida. Nuestras noches son penosas, compartiendo la misma habitación, donde el resquemor tiene la estatura de una pared y asfixia, como un vapor malsano. Tiñe los muebles, los armarios, los libros dispersos por el suelo. Discutimos por cualquier cosa, aunque los dos sabemos que, en el fondo, se trata de la desaparición del punto, del cual ella me responsabiliza. Creo que a veces sospecha que en realidad lo tengo, escondido, para vengarme de ella. “No debí confiar en ti – se reprocha -. Debí imaginar que me traicionarías.” […]

Luego de buscarlo en vano casi todo el día, me voy de casa, para no encontrar su mirada de reproche, su voz de odio. Toda nuestra felicidad anterior ha desaparecido, y sería inútil pensar que volverá. Pero tampoco podemos separarnos. Ese punto huidizo nos liga, nos ata, nos llena de rencor y de fastidio, va devorando uno a uno los días anteriores, los que fueron hermosos.

Sólo espero que en algún momento aparezca, por azar, extraviado en un bolsillo, confundido con los otros objetos. Entonces será un gordo, enlutado, sucio y polvoriento punto final, a destiempo, como el que colocan los escritores noveles.

REFLEXIONA

1. Señala el tema central del texto. Justifica tu respuesta.



2. Señala dos temas secundarios que aparezcan en el texto



3. Resume el texto.


4. ¿Por qué crees que necesitan usar los personajes el punto final después de un tiempo?


5. ¿Piensas que todos deberíamos guardar un punto final para algunas situaciones? ¿Por qué?

6. Comenta algunas situaciones de tu vida personal donde podrías usarlo.



7. Selecciona tres oraciones del texto que te gusten. Justifica tu elección.


8. Copia del texto:

 5 sustantivos

 5 adjetivos

 5 adverbios


9. ¿Qué tipo de texto es? Justifica tu respuesta. ¿A qué género literario pertenece el texto?


10. Analiza los personajes que aparecen en el texto:

 ¿Son redondos o planos?

 ¿Quiénes son los protagonistas? ¿Hay algún personaje secundario?

 ¿Cómo están descritos? ¿Conocemos algunos rasgos psicológicos de los personajes?