sábado, 4 de septiembre de 2021

"Era lo que querían, malditos europeos..."

 

En el puerto de Gijón...

Cuando yo era pequeño

los marinos silbaban al cielo y al infierno.

En cada bar, un vaso;

en cada calle, una chica...

El resto de Gijón envidiaba su risa.


En el puerto de Gijón...

ahí andaba Rambal:

por las noches, de hembra;

por el día, de chaval:

Bromas, sexo y delito,

verdadera bondad:

Mucho más que un marica,

un héroe nacional.


En el puerto de Gijón...

gritaban pescaderas

Tan fuerte que caían

niños de sus caderas.


Al salir de los cuerpos

no lloraban jamás:

levantaban barbilla

y se echaban al mar.


En el puerto de Gijón...

no entraba "la madera":

Chigreros y macarras

tenían sus propias reglas

escritas a navaja en ventanas y puertas.

"Te quiero tanto, Loli, que me hierven las venas"...


En el puerto de Gijón...

hacían lo que querían:

la rula estaba llena de caballo y lubina.


¡No me convenceréis, yo lo vi de pequeño:

Eso era libertad, lo de ahora aburrimiento!


En el puerto de Gijón... se caían las paredes

Saludaban, riendo, putas en los burdeles

Preguntad a Rambal, si lo veis en el cielo:

¡Mejor diez puñaladas que un minuto con miedo!


En el puerto de Gijón... todo ha cambiado mucho

Solo importa el dinero, ¿dónde quedó el orgullo?

Era lo que querían, malditos europeos:

Volvernos puritanos, blandos, gordos y muermos.


En el puerto de Gijón... ahora andan los puristas

haciéndole mil fotos al árbol de la sidra...

Esto era el progreso: esto era nuestra vida...

¡Que se muera el civismo y viva Cimadevilla!


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