Hoy se cumplen 80 años de la muerte de Antonio Machado, uno de los poetas más importantes de la poesía en castellano.
Machado nació en Sevilla en 1875, estudió en Madrid con la Institución Libre de Enseñanza y se hizo profesor. Poco a poco fue desarrollando una obra inmensa, que empezó influida por el modernismo de la época. Sin embargo, marcado por la temprana muerte de su esposa Leonor tras apenas 3 años de matrimonio, evolucionó hasta un intimismo por el que se ha hecho famoso y con el que ha influido a multitud de autores muy distintos.
Murió el 22 de febrero de 1939 en Collioure, un pequeño pueblo de la frontera con Francia, a donde tuvo que huir, junto con miles de españoles, tras la derrota de la República en la Guerra Civil (1936-1939).
Sobre su muerte (y mucho más) escribió Javier Cercas la columna de opinión "Un secreto esencial" que sirvió de punto de partida para su novela Soldados de Salamina, convertida ya, con justicia en un clásico de nuestro tiempo.
Estaba viejo, fatigado y enfermo, y ya no creía en la derrota de Franco; escribió: "Esto es el final; cualquier día caerá Barcelona. Para los estrategas, para los políticos, para los historiadores, todo está claro: hemos perdido la guerra. Pero humanamente, no estoy tan seguro... Quizá la hemos ganado". Quién sabe si acertó en esto último; sin duda lo hizo en lo primero. La noche del 22 de enero, cuatro días antes de que las tropas de Franco tomaran Barcelona, Machado y su familia partían en un convoy hacia la frontera francesa. En ese éxodo alucinado los acompañaban otros escritores, entre ellos Corpus Barga y Carles Riba. Hicieron paradas en Cervià de Ter y en Mas Faixat, cerca de Figueres. Por fin, la noche del 27, después de caminar 600 metros bajo la lluvia, cruzaron la frontera. Se habían visto obligados a abandonar sus maletas; no tenían dinero. Gracias a la ayuda de Corpus Barga, consiguieron llegar a Colliure e instalarse en el hotel Bougnol Quintana. Menos de un mes más tarde moría el poeta; su madre le sobrevivió tres días.Su madre, muy mayor y enferma, entró en el lejano exilio francés preguntando si faltaba mucho para Sevilla, una ciudad muy presente también en la obra machadiana.
Y es que Sevilla supone para Machado una especie de "locus amoenus" como el que hemos explicado en clase.
Pero, sobre todo, es un símbolo de la inocencia y felicidad que vivió de niño y que posiblemente recordó después a menudo con nostalgia. De hecho, tras su muerte se encontró en sus bolsillos un papel con su último verso, probablemente el comienzo de un poema que nunca pudo terminar:
Pero, sobre todo, es un símbolo de la inocencia y felicidad que vivió de niño y que posiblemente recordó después a menudo con nostalgia. De hecho, tras su muerte se encontró en sus bolsillos un papel con su último verso, probablemente el comienzo de un poema que nunca pudo terminar:
Recientemente se ha publicado una antología en la que muchísimos poetas actuales toman este último verso de Machado para hacer su propia versión:
Pronto se convirtió en símbolo del exilio y de la oposición a la dictadura fascista del general Franco.
El disco Dedicado a Antonio Machado, poeta (1969), de Joan Manuel Serrat contribuyó a la popularidad del poeta en los últimos años. En él, Serrat musica varios poemas del poeta sevillano, a veces convirtiéndolos en himnos populares, como "La saeta":
Sin embargo, posiblemente la canción más famosa e interesante sea "Cantares": en ella, Serrat junta distintos poemas cortos de Machado y añade una parte suya que sirva como homenaje.
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria...
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso.
Ahora es el momento de que Machado, igual que a tantos otros poetas antes, te sirva a ti de inspiración.
Te proponemos partir de alguno de sus versos más conocidos y llevártelo a tu propio terreno lírico.
A) "ESTOS DÍAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA"
Puedes, por ejemplo, partir de su último verso, y realizar, tal y como explicamos, tu propio "locus amoenus" o, quizá, tu particular versión del "carpe diem".
B) "HOY ES SIEMPRE TODAVÍA".
Si prefieres, puedes partir del archiconocido (y tatuadísimo) "hoy es siempre todavía".
En este caso, tienes la ventaja de que es un verso heptasílabo, con lo que es perfecto como verso intermedio de un haiku, tal y como explicamos en nuestro taller.
C) También puedes elegir libremente los versos que más te hayan gustado (de los mostrados en clase o de los que busques por tu cuenta) y "machadear" como te plazca. El caso es que entregues un poemazo.
D) Si lo tuyo no es la poesía y prefieres la prosa puedes explicar cómo te sentirías si te vieras obligado a huir de tu casa o de tu país. Es decir, puedes explicar qué es para ti el exilio. Puedes entregarlo en papel, audio o, mejor todavía, en vídeo.
Mil gracias. Buen trabajo.voy a enseñárselo a mi alumnado. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Bonito y motivante
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