Era agosto o septiembre de 1997 y a mis padres les habían dicho que mi hermano se moría. Llevaba toda la vida en silla de ruedas y a los 16 le había brotado un cáncer en la garganta. Tiroides. Le quedaban semanas. No pudo suceder en un momento más raro. Nosotros vivíamos en una casa que habían ido construyendo mis padres mientras vivíamos en ella. Y una de las pocas cosas que quedaba por hacerse era la rampa. La rampa que le iba a permitir a mi hermano salir y entrar de casa sin ayuda se iba a construir cuando los médicos lo habían desahuciado.Imagino a mis padres en su dormitorio aquellos días en un qué hacemos que no se atreverían ni a preguntarse. Los imagino mirándose a los ojos y decidiendo, al fin y al cabo, si se rendían. Si asumían que no tenía sentido construir aquella rampa enorme que rodeaba la terraza. Entonces hicieron algo absurdo, algo hermoso, algo de padres: decidieron construirla. Fue un sábado, un sábado de verano en el que la hormigonera, vieja, verde, de hierro y de gasoil, empezó a sonar muy temprano. Mi hermano se moría en el hospital, pero mi padre, el Chichi, que nunca faltaba, mis tíos y yo, con 14 años y una camiseta de Pryca, estábamos allí. Sin hablar. Oyendo la hormigonera. Paladas. Arena. Piedras. Y algún gemido mío al levantar los sacos de cemento. Entonces, ocurrió. Eran las ocho de la mañana y empezaron a salir hombres de todas las casas. Acudían al sonido de la hormigonera. Hombres de 40, de 50, 60 y 70 años bajando con ropa de trabajo. Los recuerdo poniéndose guantes, incorporándose al tajo sin preguntar, pasándome manos enormes por la cabeza a modo de saludo. Todos los vecinos de Lluja, que así se llama mi barrio, diciéndole al cáncer de mi hermano que todavía no, que aquella tarde, en el hospital, podríamos contarle que había venido todo el barrio: «Todos, Ricardo, han venido a hacer la rampa». «¿Ya está hecha la rampa?». «Ya la tienes, para cuando vengas a casa». Nadie supo explicar cómo, mi hermano empezó a mejorar después de aquel día. Y vivió casi un año más. Un año en el que a veces pudo usar la rampa sin ayuda y otras hubo que empujarlo. Cuento esto tan íntimo porque desde entonces, cuando vienen mal dadas, me digo que hay que construir la rampa. Porque, para mí, esos hombres viniendo significan la palabra barrio. Porque en Lluja nunca nos han dejado sentirnos solos. Porque esa mañana de hace casi 20 años contiene todo lo que me enamora del ser humano.(“La rampa”, publicado en El Mundo por J. Gómez Santander el 08/05/2016)
1.Enuncia el tema de este texto utilizando un SN, cuyo núcleo sea un sustantivo abstracto, con tantos CN como sea necesario para acotar la intención del autor.
2.Haz un resumen del texto: escribe un único párrafo de entre cinco y ocho líneas que muestre de forma breve pero completa lo que dice el autor del texto. Debe estar redactado en 3ª persona y no utilizar frases textuales.
3.- Determina la estructura del texto (señala las partes en que puede dividirse el texto en función de su contenido explicando por qué) y, si puedes, indica qué nombre recibe.
4-¿Qué modalidad textual predomina? ¿Por qué? ¿Hay alguna otra que tenga importancia? Señálalas y explica por qué.
5-¿Se trata de un texto adecuado, cohesionado y coherente? Señala los elementos que te han permitido llegar a esa conclusión.
Atiende principalmente a la progresión temática, el campo semántico y señala los conectores, el uso de recurrencia semántica (con sinónimos totales o parciales), mecanismos de recurrencia o repetición (mediante hipónimos o hiperónimos) y si hay cohesión gracias a referencias, conjunciones, elipsis o repeticiones.
*BONUS: Escribe un texto argumentativo de respuesta al artículo completo o a la parte subrayada.
Aquí tienes un comentario a raíz del artículo "La rampa" realizado por un profesor del colegio al que iban Javier Gómez Sanander y su hermano.
Aquí una entrevista con el autor de la columna, Javier Gómez Santander, donde, además de por su trabajo como guionista de La Casa de Papel, le preguntan por el artículo que acabamos de leer.
A continuación, procedemos al análisis o comentario crítico del artículo de opinión titulado "La rampa", publicado por Javier Gómez Santander en el diario El Mundo.En primer lugar, podemos considerar que su tema o idea principal es una defensa de la solidaridad, de hacer lo correcto siempre, incluso cuando, aparentemente, no tiene sentido. Podríamos sintetizarlo en "Haz siempre lo que debas" o incluso "La unión hace la fuerza" o "Apología de la solidaridad".Para realizar este homenaje a la "unidad barrial" o defender cómo el mundo sería mejor si cada uno hiciéramos lo correcto, el autor se basa en la narración de una experiencia personal que sirve de ejemplo. Así, cuenta cómo su familia y vecinos construyeron una rampa para su hermano moribundo cuando, aparentemente, no iba ni siquiera a poder usarla por haber recibido un diagnóstico definitivo. El texto está construido como un cuento y narra la historia desde la introducción, cuando los familiares reciben la noticia de la enfermedad mortal, pasando por el nudo y desembocando en el desenlace: el momemento en que, todos juntos, deciden cumplir con su deber construyendo la rampa, tarea que consiguen tras recibir la ayuda inesperada de sus vecinos.Finalmente el autor expone su tesis general relacionada con esta vivencia personal.Por tanto, el artículo podría dividirse en dos partes (historia y conclusión) o, a su vez, dividir la narración en las tres partes características de la narración literaria: introducción, nudo y desenlace.En cualquier caso, como la tesis se expone al final, el artículo de opinión presenta una estructura inductiva.Evidentemente, al tratarse de una columna en la que el autor busca convencer a los lectores de su punto de vista personal, es un texto donde predomina la argumentación.Sin embargo, la mayor parte del texto la ocupa la narración, que más que una anécdota parece prácticamente una narración literaria que busca la emoción.Por eso, podríamos concluir que predomina, como en todos los textos argumentativos, la función conativa o apelativa de lenguaje, pero además aparecen la función expresiva y la función poética.
Como ya hemos dicho, se trata de una columna de opinión publicada en un periódico de tirada nacional, concretamente el diario El Mundo.
Es decir, se trata de un texto periodístico, perteneciente al género de opinión y al subgénero del artículo o, en el caso de disponer de una sección fija, de una columna.
Evidentemente, se trata de un texto adecuado, escrito de manera correcta para ser entendido por un público general no especializado.
Además, es un texto con gran coherencia porque permite la comprensión global. La información está organizada de forma coherente y efectiva. Los enunciados se encadenan de manera lógica y la progresión temática es clara. Como sabemos, la progresión temática se define como el mecanismo por el que se dosifica y organiza el desarrollo de la información en un texto. Se presenta un tema y progresivamente se va añadiendo información nueva a la ya conocida por el contexto.Además, se trata de un texto perfectamente cohesionado, tanto en su estructura profunda como en su estructura superficial, porque sigue un orden lógico que permite ser leído y entendido de manera natural y utiliza elementos lingüísticios de forma correcta, efectiva y convincente.Los tiempos verbales permiten entender la sucesión cronológica de los hechos.Hay sustituciones de referencias para evitar repeticiones innecesarias.Por ejemplo el uso de hiperónimos ("cáncer en la garganta". "Tiroides". "Enfermedad". "Diagnóstico".)En un momento dado sí decide usar la repetición pero como recurso literario: "hicieron algo absurdo. algo hermoso, algo de padres: construirla". (Acaba con una recurrencia endofórica mediante el pronombre).También parece innecesaria la reptición de "la rampa", pero sirve para construir la progresión temática, especialmente cuando se nos demuestra que "la rampa" es una metáfora de las acciones nobles y solidarias que hay que hacer aunque parezca que no merece la pena el esfuerzo.En conclusión, se trata de un perfecto ejemplo de texto argumentativo, perteneciente al género periodístico de opinión y con elementos propios del ámbito social y personal. Por ello, es un texto, adecuado, cohesionado, coherente y convincente, pues todos sus elementos han sido organizados para conseguir epatar al lector de manera emotiva.Al tratarse de un texto argumentativo, predomina la función conativa del lenguaje y la modalidad textual argumentativa, aunque también aparecen la función expresiva y la poética, pues es un texto cuidado. También incluye la modalidad narrativa, porque cuenta una historia personal pero siguiendo la estructura típica de la narración literaria (casi parece un cuento con moraleja).Como ya señalamos con anterioridad, la tesis se encuentra al final, convirtiendo la rampa a la que se refiere en una metáfora emocionante y efectiva que consigue trasladar su mensaje: seamos siempre solidarios y hagamos lo que es debido siempre que nos sea posible, incluso cuando nos parezca que ya es tarde: porque nunca es tarde para hacer lo correcto.
PREGUNTAS DE PEVAU Y 2º DE BACHILLERATO
1. Identifique las ideas del texto, exponga de forma concisa su organización e indique razonadamente su estructura. (1.5 puntos)
2. Explique la intención comunicativa del autor (0.5 puntos) y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual. (1 punto)
3. TEMA X: Elabore un discurso argumentativo, de entre 200 y 250 palabras, en respuesta a esta pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. (2 puntos)